Si fuera a recurrir a las conocidas por “malas palabras” para definir lo que le han hecho a mi entrevistado de hoy, ese grande de la pelota cubana que es el jardinero santiaguero Reutilio Hurtado, cuántas muy acertadas no utilizaría.
A pesar de ser el mejor en la pradera central por mucho tiempo, el Cuba se le hizo hostil al pimentoso jugador ¿la causa?: la deserción de su hermano Diobelis del seleccionado nacional de boxeo. Ya eso era una limitante, yo diría que una absoluta limitante, que cegó la vida deportiva del Reuti, algo que no es más que una de las absurdas políticas que nos han acompañado por tantos años.
Reutilio, en tus vitrinas se hallan seis títulos de Series Nacionales de Béisbol y dos de Copas Revolución; sin embargo, están ausentes medallas olímpicas y mundiales, algo que debe dolerte en lo más profundo del alma.
¿En algún momento le echaste la culpa a tu hermano, grande del boxeo mundial?¿ A dos décadas de aquello, cómo miras tu vida?
¿Dolerme? Eso es poco, pude haber sido campeón olímpico y mundial. Para muchos aficionados yo reuní las condiciones necesarias para integrar el CUBA en múltiples ocasiones y creo que no se equivocaban.
Mis números hablan por sí solos y sabes que el béisbol es un deporte de estadísticas. Los directivos de aquella época nunca me separaron de mi hermano. Te hablo del entonces presidente del INDER, Humberto Rodríguez, el comisionado nacional Carlos Rodríguez, el director técnico Benito Camacho (con anterioridad Miguel Valdés), Higinio Vélez, mentor de Santiago de Cuba, en paz descanse, y quien dijo que llevarme al CUBA era amanecer yo con mi hermano en Miami. Todos me mencionaban como ”posible desertor”.
Así las cosas fui privado de participar, al menos, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Maracaibo 98, el Mundial de Italia de ese mismo año, los Panamericanos de Winnipeg 99, los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, el Mundial de Taipei de China 2001 y por ahí, cualquier gran evento pasando por los Olímpicos de Atenas 2004 hasta el primer Clásico Mundial del 2006.
Esos fueron años en los que mi rendimiento estuvo muy por encima de los demás jardineros centrales de toda la Isla. Por supuesto que me sentí mal, muy mal, a tal punto que me pasaba por la mente en ocasiones abandonar el béisbol pero, gracias a mi familia que siempre me apoyaba, no lo hice.
En relación con lo que me preguntas de mi hermano, jamás le he echado la culpa ni mucho menos. Por el contrario, él decidió su camino y jamás me instó a seguirlo.
Yo quise hacer mi carrera aquí a pesar de que recibía muchas ofertas para jugar en el béisbol rentado, pero ni él ni yo lo queríamos. Él se sentía orgulloso de verme rendir aquí y su anhelo era verme vistiendo el uniforme de las cuatro letras pero, como ya dije, por culpa de los antes mencionados, entre otros, no pudo ser.
Yo hice lo que me tocaba que era establecer marcas ofensivas y cubrir bien mi campo; lo mío era hacerlo bien. Después de tantos años siento que he liberado el nudo que por muchos años tenía en mi garganta.
Sí, porque gracias a esta entrevista y a otras he podido desahogarme y decir todo lo que siento e, incluso, mencionar a los que frustraron mi carrera. Sentía terror a una represión, pero ahora gracias a las redes sociales he podido divulgar el modus operandi de ellos, esa política que destruía a un ser humano sin que pasara nada.
Y es que había que sufrir callado o de lo contrario “te la aplicaban”. Ahora estoy feliz con lo que pasa con mi vida. Gracias a Dios estoy tranquilo, sin lidiar con personas de doble moral y doble cara como ellos, que al final lo único que hicieron fue vivir del béisbol y no vivir para el béisbol como he hecho yo, y dispuesto estoy a seguir haciéndolo.
Reutilio Hurtado debuta con 20 años en la trigésimo quinta Serie Nacional de Béisbol, año 1996. Números impresionantes de Reutilio nos hace llegar el informático indómito Yasser Vázquez en 21 Series Nacionales: 1060 anotadas, 1697 hits, 338 dobles, 45 triples y 252 cuadrangulares; impulsadas, 1085 y average 289. Su elevado OBP (porcentaje de embasados) 400, se complementa con sus 267 dessboles y 863 boletos, lo que pone de manifiesto lo difícil que era poner out al guardabosques escarlata.
Atendiendo a lo que me has dicho ¿tu hermano para ti, héroe o villano?
A mi hermano Diobelis lo veo como un héroe, mi héroe, orgullo cubano. Es el 8vo campeón mundial de boxeo profesional de Cuba en todos los tiempos, le hicieron muchas campañas difamatorias aquí, pero a pesar de eso, él demostró que es un cubano de verdad.
No había una pelea en la que no subiera al ring con su short diseñado con la bandera cubana, además de cubrirse con su bandera siempre. Eso es una muestra palpable de que él nunca abandonó a Cuba. Él quería probarse en el mejor boxeo del mundo y así lo hizo, y no defraudó a sus seguidores que desde aquí lo apoyaban. Su récord de 43 victorias y sólo 3 derrotas demuestra su calidad. Para mí es y será mi gran campeón. Jamás le echaré a él la culpa de mi ausencia en equipos CUBA. Ya te dije quiénes fueron los culpables.
Inicios del gran Reutilio: ¿Primer terreno que pisaste, primer entrenador; siempre el béisbol?
Nací en el central Los Reynaldos en el municipio Songo la Maya el 13 de abril de 1975. Mis padres, ya fallecidos, Reutilio y Nereyda fueron pilares en mi educación, pobres pero honestos, enseñanza que le he transmitido a mis hijos.
Estoy casado hace 20 años con Marianela Garbey, madre de mis mellizos Maikel David y Mauro Denis, de 14 años. En sus genes llevan el béisbol. Entrenan para llegar a ser buenos peloteros.
Mi primer entrenador es Wilfredo Girón; el primer terreno que pisé fue el José Maceo de Songo la Maya. Mi hermano Geovanis, también boxeador igual que Diobelis, fue el que me llevó a la pelota.
Sin escalar la pirámide del alto rendimiento llegas a tu primera serie nacional, la 35, en 1995. Esa serie ¿cómo fue, qué hiciste en tu primer turno al bate, recuerdas contra quién, eras regular, tu primer jonrón?
Mi primera vez al bate fue en el estadio Sandino de Santa Clara ante Vladimir García, quien me dio boleto. Yo no era regular en esa ocasión; el center field era Jorge García pero en ese mismo juego se lesionó y el mentor Higinio me dio la oportunidad de jugar.
A partir de ese día me convertí en regular por 21 series nacionales. Mi primer jonrón fue en el estadio Genaro Melero de Jatibonico, Santi Spíritus, ante Ángel Peña.
Industriales SC ¡superclásico de la pelota cubana! ¿Qué recuerdos te trae, cuál fue de tus seis títulos el que más saboreaste?
El superclásico Santiago vs. Industriales es la mejor serie que todo el pueblo esperaba, al igual que nosotros los atletas. Era un gran espectáculo, un referente de buen béisbol; era una serie muy fuerte y reñida pero sólo dentro del terreno.
Fuera, todos éramos uno, tanto rojos como azules. Nos llevábamos muy bien. Ahí se aprendía a jugar bien a la pelota. Si dabas el más mínimo chance: un error, un mal corring, un mal tiro, te costaba el partido. Se necesitaba mucha concentración.
En general, gané seis títulos pero el que más disfruté fue el del año 1999 precisamente ante Industriales. Ganamos un domingo soleado, en un Coloso del Cerro repleto. Fue el triunfo donde ganamos ese famoso trofeo azul, porque todos daban a Industriales por campeón.
Perdimos dos juegos en el Guillermón y ya los azules daban el triunfo por seguro. Sin embargo, el jonrón de Meriño el sábado igualó el play off y el domingo las avispas picaron hasta desangrar al león ¡qué bien nos sentimos! Fue un play off inolvidable. Ese fue un gran momento para todos y claro, para mí también.
¿Me permites decir algo Reuti? Para mí es de mis peores momentos. Aquella derrota industrialista; yo entrevistarlos a todos ustedes, permitir que el Venao Benavides, mi hermano, se riera de mí en mi cara. Uff. Jamás olvidaré aquella jornada. Y mira, fue uno de tus mejores recuerdos que ahora compartimos.
Sí, todos sabíamos que tú estabas mal pero nos entrevistaste a todos y aún recuerdo ese documental "Santiago siempre Santiago" ¡ Bien por ti!
¡Ay Reuti! me haces recordar tan bellos momentos pero te pregunto ¿or qué superabas tu resultado en plays off? ¿Hacías alguna preparación psicológica o física especial?
Yo siempre me preparaba muy bien para poder rendir durante todo el campeonato pero ya para los play off lo hacía de manera especial con la ayuda de los entrenadores.
Fundamentalmente del preparador físico Felipe Sirés quien me hacía un plan de entrenamiento distinto, además de una buena dosis psicológica para controlar las emociones. Creo que ahí era donde estaba la clave del éxito.
Como curiosidad ¿por qué cambiaste tu antológico número 52 por el 15 en la temporada 2003-04?
Hasta en eso tú te fijas. Es que esa serie era la de los Juegos Olímpicos de Atenas y me puse el 15 como una cábala pues me propuse batear 15 o más jonrones, algo que hice, y así llamar la atención para Atenas 2004. Total, por gusto y para nada. Di 17 y aún así no fui convocado ni siquiera para la preselección.
Muchos equipos han dejado su impronta en Serie Nacionales: el insigne Industriales, el Azucareros, los Vegueros pero ¿qué fue para ti formar parte de la Aplanadora santiaguera con Pacheco, Kindelán, Fausto, Isaac, Padró, el Venao, Meriño y tantos otros?
Yo fui miembro de las dos versiones de la Aplanadora y de las dos te digo que es un orgullo pertenecer, sobre todo a esa primera versión que integré muy jovencito y que estaba cuajada de figuras sumamente valiosas en el béisbol cubano, no sólo de Santiago.
Ser miembro de esos equipos, ser regular, eso no lo pueden contar muchos atletas y yo soy uno de que tiene el privilegio de enorgullecerse de eso. Nos llevábamos muy bien, éramos una familia.
Mi compañero más ilustre fue Antonio Pacheco, quien era el capitán de capitanes, un ejemplo a seguir. Él me aconsejaba muchas cosas buenas y eso me ayudó muchísimo. Diría que me ayudó a hacerme mejor pelotero, pero también mejor persona.
¿Qué haces en estos momentos? ¿Volverías a dirigir? ¿Qué pasó en realidad cuando todavía en plena forma te retiras para dirigir a Santiago y te destituyen por la indisciplina del hijo de Kindelán?
En estos momentos me desempeño en la comisión provincial de atención a atletas aquí en Santiago después de que me destituyeran como mánager del equipo Santiago el 20 de abril del 2017, producto de un problema personal con Orestes Kindelán a raíz de una indisciplina de su hijo Lionard.
Es muy lamentable decir esto, pero así fue. No quiero entrar en detalles pero de todo emergió que él fuera electo manager en la Serie 57 y a mí me destituyeran. Fue duro y feo pues sólo escucharon su versión y a mí jamás me convocaron para escucharme.
Pero Kindelán duró poco como mánager.
Es que Dios existe y de hecho los que le hicieron caso y le dieron la razón, al cabo de seis meses tuvieron que destituirlo también. Y es que yo nunca solicité dirigir ni algo por el estilo; a mí me lo pidieron y yo acepté.
Fíjate que mi idea era jugar dos o tres temporadas más. Yo me encontraba en plenitud de forma. Mirando ahora, tras pasar los años, fue un error hacerles caso a ellos, a esos mismos que después me subvaloraron, me destituyeron.
Ahora, como licenciado en Cultura Física y Deportes, soy trabajador del INDER, como te dije, en la Comisión de Atención a Atletas. Pero yo me sigo superando; mi estancia ahí es transitoria porque lo que aprendí fue béisbol y a eso quiero dedicarme.
¿Volverías a dirigir de ser convocado?
Pues sí. No descarto esa posibilidad. Sólo que con objetivos bien claros sobre la mesa para que me permitan hacer el trabajo como lo planifique.
Y en eso supongo tendrá mucho que ver el rescate de la masividad.
En efecto, se ha perdido la masividad en la base y eso es un muy grave error porque de ahí salen los talentos. Creo que eso se debe a la desmotivación de los niños provocada por muchos factores.
La carencia de implementos, el poco interés también de los entrenadores por falta de atención y ¿por qué no decirlo? la inclinación por parte de los niños hacia la práctica del fútbol, cuyos mejores partidos son transmitidos por la televisión.
Tenemos que recuperar la masividad como se hacía antes: jugar béisbol en todos los barrios, que cada escuela primaria y secundaria tengan un equipo de béisbol. Jugar bastante, que los torneos provinciales sean de larga duración y que para eso se le apoye con todos los implementos necesarios. Que el béisbol sea de verdad nuestro deporte nacional como ha sido siempre.
En toda Cuba hay una fuga increíble de talentos, todos sueñan con la MLB ¿qué se puede hacer para contrarrestar esto? Se han abierto contrataciones, pero los mejores quieren ir al mejor béisbol del mundo ¿Qué piensas?
Detener el éxodo de los mejores talentos es casi imposible. Para eso se necesita competir contra una gran potencia económica como es Estados Unidos, país que les ofrece a esos talentos sumas increíbles de dinero para que jueguen en el mejor béisbol del mundo, cosa esta que ni remotamente se puede hacer aquí.
A mi modo de ver lo único que va a detener ese éxodo es mejorando las relaciones entra Cuba y USA sin politizar el deporte, que los peloteros cubanos puedan jugar en la gran carpa igual que lo hacen los dominicanos, los puertorriqueños, los venezolanos, los mexicanos, por sólo mencionar a algunos del área que juegan en las Grandes Ligas y luego representan a su país en eventos de alto nivel como Clásicos Mundiales, Súper 12 y algunos en Juegos Olímpicos.
A mis hijos los estoy apoyando al máximo en su afán de jugar béisbol, les enseño todo lo aprendido tanto en los terrenos como teóricamente. A ellos les gusta jugar en los jardines como a mí y me encantaría verlos en las Serie Nacionales y, si se lo ganan, representando a Cuba en eventos internacionales.
¿Y no te gustaría verlos en la MLB?
Si se cumple el acuerdo entre la Federación Cubana y las Grandes Ligas, claro que sí, por supuesto, como a todo el mundo. Ese es el mejor béisbol del mundo.
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Como la pelota es un deporte de estadísticas les ofrezco otras que quizás desconozcan los lectores de CiberCuba. Una de las características del santiaguero fue la oportunidad: 189 veces impulsó el empate o la ventaja; líder histórico en jonrones con bases llenas, 21; en el 2007 establece récord en dobletes en series plays off con 10. Impulsó su carrera mil contra Cienfuegos el 14 de octubre de 2014.
Nunca se olvida su clásico batir de brazos cual avioneta tras conectar un jonrón, algo que sin faltarle el respeto al rival, constituía su sello distintivo.
A la defensa se le considera entre los mejores centers filders de la pelota cubana: excelente desplazamiento, potente brazo, inteligente a la hora de tirar. 3742 outs en un total de 4013 lances en 1821 partidos celebrados con solamente 107 pifias: 973 de average defensivo.
Como noveno bate es, sin dudas, el mejor de la historia de la pelota cubana.
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