Decenas de cubanos se manifestaron este jueves en México contra la visita del gobernante Miguel Díaz-Canel, quien ha sido recibido con honores y sin cuestionamientos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La activista Anamely Ramos afirmó desde el Zócalo de la Ciudad de México que en Cuba se vive una brutal represión contra la población en general, la cual se constató en las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio, donde fueron apresados más de 1.000 ciudadanos, incluidos 15 menores de edad.
La curadora de Arte dijo que en la isla hay una dictadura y denunció que el gobierno acusa de delitos comunes a los activistas y opositores para encarcelarlos y ocultar que son presos políticos.
Denunció los sitios policiales contra activistas como Carolina Barrero, Camila Lobón, Katherine Bisquet, y que los cubanos se van de su país porque las propias instituciones que deben representarlos se vuelven "cómplices de un poder ilegítimo" que nadie eligió.
"Estamos hablando de la misma familia hace 62 años", dijo Ramos, y explicó que el país está dirigido por "una cúpula militar que controla absolutamente todo y que no solo nos reprime, sino que no deja que haya ningún tipo de oxígeno en la sociedad".
Los cubanos se dieron cita a las 10 de la mañana en la esquina de 5 de mayo y Calzada de La Palma, en el centro de la ciudad, para "dar la bienvenida" al mandatario con un cartel donde se le acusaba de "Dictador".
Allí fueron provocados por mexicanos seguidores del régimen cubano, a quienes Ramos dijo que "era inmoral cuestionar los reclamos de un pueblo en nombre de un ideal (el de la Revolución) que ya no existe".
"Nosotros tenemos todo el derecho a protestar y nadie nos puede cuestionar el derecho a la Libertad (...). Basta de condicionar nuestra libertad, eso es inmoral", afirmó.
El gobierno mexicano invitó a Díaz-Canel a los actos conmemorativos por el Grito de Independencia de México, e incluso modificó el programa oficial de celebraciones para permitirle pronunciar un discurso en una plataforma improvisada en el Palacio Nacional.
Previo al desfile militar, el gobernante de la isla agradeció a México por "su apoyo" frente a lo que llamó "campañas de descrédito" contra su administración y el espaldarazo de López Obrador en medio de la crisis sanitaria que ha evidenciado la ineficacia del régimen.
Asimismo, responsabilizó de la situación de Cuba y la crisis del Covid-19 que ha costado la vida a cientos de cubanos al embargo estadounidense.
Díaz-Canel viajó acompañado de su esposa, Liz Cuesta, el Canciller Bruno Rodríguez, el ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera Rodrigo Malmierca Díaz y el presidente del grupo GAESA, Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, quien fue presentado como "asesor del presidente".
Para los cubanos radicados en México que se manifestaron este jueves contra la visita de Díaz-Canel, la actitud del gobierno mexicano es inconsecuente; al tiempo que criticaron que no haya habido una condena a la represión en la isla por parte de las autoridades del país anfitrión.
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