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Una madre cubana, cuyo hijo de 3 años es paciente de hematología, pidió ayuda a través de las redes sociales para continuar el tratamiento con sueros citostáticos que requiere el padecimiento de su niño, ante la falta de tratamientos de este tipo en el hospital donde se atiende.
“¡Esto es una petición de ayuda!! A cualquier organización humanitaria internacional: Cruz Roja, UNICEF, etc. Soy madre de un niño de 3 años, paciente de hematología desde hace 6 meses con una leucemia linfoblástica aguda”, dijo Wendy Bernal, madre del pequeño.
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“Acudo a las redes en mi desesperación pues en estos momentos críticos se terminaron los sueros citostáticos. Estos son vitales para el tratamiento de mi niño. Estoy desesperada pues es crítico interrumpir un tratamiento ya iniciado. Estos sueros son importados; en Cuba no se fabrican y ahora mismo no los hay”, explicó Bernal.
Leucemia es el término general que se usa para denominar varios tipos distintos de cáncer de la sangre. La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es uno de los cuatro tipos principales de leucemia, explica la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL).
Según la AEAL, la LLA consiste en un aumento anormal de los linfoblastos en la persona que la padece. Estos linfoblastos no evolucionan a linfocitos maduros por lo que son incompetentes a la hora de defender a la persona de infecciones y su número desorbitado desplaza a las células normales de la medula ósea ocasionando bajada de los glóbulos rojos, las plaquetas y los glóbulos blancos normales; lo cual se traduce en anemia, posibles sangrados e infecciones.
De ahí la urgencia de esta madre cubana por encontrar el tratamiento con sueros citostáticos que requiere la enfermedad de su hijo, y para lo cual solicita ayuda de quienes escuchen su ruego y pide a los internautas que compartan su publicación para amplificar su llamado a la solidaridad y cooperación ante tan terrible situación. A través de redes sociales, el tío del pequeño dio su teléfono para contactar con él (Luis Enrique Llorens Rodríguez. T: 58 497 778).
En marzo se conocía la noticia de un niño cubano de 12 años que se encontraba grave por coronavirus y que presentaba antecedentes patológicos de leucemia linfoblástica aguda. El menor, residente en el municipio Las Tunas, estaba ingresado en una unidad de cuidados intensivos sin fiebre, ventilando espontáneamente sin suplemento de oxígeno y con buena saturación.
En mayo de 2017, el jefe de la sala de pediatría del Instituto de Hematología e Inmunología (IHI) de La Habana, el Dr. Sergio Machín, aseguraba que el 80 por ciento de los tratamientos a niños que padecen leucemia linfoblástica aguda han tenido éxito en Cuba.
Según un informe del oficialista portal Cubacoopera, cada año en el país se reportan un promedio de 80 nuevos casos y el 75 por ciento son de leucemia linfoide aguda (LLA).
“Este tipo de cáncer, el más frecuente en la infancia, es el primero tratado con un protocolo de 14 naciones, incluida Cuba, y forma parte de un estudio internacional compuesto por expertos de diferentes partes del mundo, fundamentalmente de América Latina y Europa”, dijo el doctor Machín.
La irrupción del coronavirus en Cuba ha representado un factor importante de preocupaciones en las familias con pacientes de esta enfermedad, sobre todo entre los menores de edad.
A finales de agosto de 2020, una madre cubana, cuyo único hijo padecía de una leucemia linfoblástica aguda, escribió un mensaje dirigido a la ministra de Educación, Ana Elsa Velázquez Cobiella, en el que afirmaba que no enviaría a su hijo a la escuela para evitar un posible contagio de coronavirus.
“No lo voy a mandar a la escuela porque no lo voy a exponer por una mala decisión de nadie. Considero que la decisión del reinicio del curso escolar es totalmente una locura y nuevamente una mala conducta tomada por los dirigentes”, añadió.
Transcurrido un año, otra madre cubana hace uso de las redes sociales para exponer su angustia y solicitar ayuda para encontrar los sueros citostáticos que necesita su hijo de 3 años para recuperarse de una enfermedad que, según las autoridades médicas cubanas, superan el 80 por ciento de pacientes menores de edad en caso de recibir el tratamiento adecuado, caso que no es el del niño de Wendy Bernal.
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