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LES CAYES, Haití (Reuters) - La cifra preliminar de muertos por el terremoto que sacudió el suroeste de Haití el fin de semana aumentó este martes a 1.941, cuando se reanudó la búsqueda de sobrevivientes después del paso de una tormenta tropical y mientras los haitianos afectados clamaban por comida, refugio y ayuda médica.
Los hospitales tenían problemas para atender a todos los heridos, cuyo recuento oficial aumentó a 9.915, con muchas personas aún desaparecidas o bajo los escombros, dijo por la tarde del martes el Servicio de Protección Civil.
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"No había suficientes médicos y ahora está muerta", dijo Lanette Nuel, sentada junto al cuerpo de su hija frente al hospital principal de Les Cayes, una de las localidades más golpeadas tanto por el sismo como por las fuertes lluvias y vientos de la tormenta.
El terremoto del sábado derribó decenas de miles de edificios en el país más pobre de América, que aún se recupera de un sismo que hace 11 años mató a más de 200.000 personas.
"Innumerables familias haitianas que perdieron todo debido al terremoto viven ahora literalmente con los pies en el agua debido a las inundaciones", dijo Bruno Maes, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Haití.
"En este momento, alrededor de medio millón de niños haitianos tienen acceso limitado o nulo a refugio, agua potable, atención médica y nutrición", agregó.
Naciones Unidas dijo que había asignado 8 millones de dólares en fondos de emergencia para brindar atención médica esencial, agua potable, refugio de emergencia y saneamiento para todas las personas afectadas.
"Continuaremos aumentando nuestra respuesta a las áreas más afectadas", dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado.
El hospital en Les Cayes, a unos 150 kilómetros al oeste de la capital, Puerto Príncipe, estaba aún más abrumado el martes después de que los pacientes que habían estado acampando afuera se mudaron al interior durante la noche para escapar de la tormenta tropical.
POCAS ESPERANZAS
El director Peterson Gede dijo que los médicos hacían su mayor esfuerzo, pero no era suficiente. "No pudimos encargarnos de todos los pacientes", dijo. "Y hemos estado recibiendo suministros, pero no es suficiente".
En un campamento formado con tiendas de campaña en Les Cayes, donde habitan muchos niños y bebés, más de cien personas reparaban las coberturas improvisadas hechas con postes de madera y lonas y que fueron destruidas por Grace durante la noche. Algunos se cubrieron con láminas de plástico.
Mathieu Jameson, subdirector del comité formado por los residentes del campamento, dijo que cientos de personas necesitan con urgencia alimentos y atención médica.
"No tenemos médicos. No tenemos comida. Cada mañana llega más gente. No tenemos baños, ni lugar para dormir. Necesitamos comida, necesitamos más sombrillas", dijo Jameson, agregando que el lugar espera aún la ayuda del gobierno.
Varios hospitales importantes resultaron gravemente dañados, obstaculizando los esfuerzos humanitarios, al igual que los puntos focales de muchas comunidades destrozadas, como iglesias y escuelas.
Los médicos trabajaban en tiendas de campaña improvisadas fuera de los hospitales para salvar la vida de cientos de heridos, incluidos niños pequeños y ancianos.
Los socorristas han estado excavando junto a los residentes entre los escombros, pero pocos expresaron esperanzas de encontrar a alguien con vida. Un olor a polvo y cuerpos en descomposición impregnaba el aire.
"Vinimos de todas partes para ayudar: del norte, de Puerto Príncipe, de todas partes", dijo Maria Fleurant, una bombero del norte de Haití.
Reporte de Laura Gottesdiener y Ricardo Arduengo en Les Cayes. Reporte adicional de Herbert Villarraga y Robenson Sanon en Les Cayes, Michelle Nichols en Nueva York y Sarah Marsh en La Habana. Editado en español por Carlos Serrano y Manuel Farías.
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