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Reparaciones de calles y algunas viviendas, libretas de abastecimiento para los residentes, ofertas de trabajo para los más de 400 jóvenes desempleados y tal vez gas: estas son algunas de las cosas que parecen haber conseguido los residentes del barrio marginal La Güinera, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, tras las protestas masivas del pasado 11 de julio en todo el país.
El llamado "plan de transformación integral" (eufemismo para la inversión gubernamental en zonas marginales presentes en todas las provincias) parece haberse acelerado, igual que el ritmo de visitas de funcionarios gubernamentales luego que la barriada saliera masivamente a las calles con el saldo de un fallecido por disparos de la policía.
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Poco después de las protestas, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ordenó a funcionarios del régimen visitar barrios como La Güinera y Canal del Cerro para "escuchar a la gente".
El miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales Ojeda, visitó este domingo La Güinera acompañado por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del PCC en La Habana, y Reinaldo García Zapata, Gobernador de la ciudad.
Según el reportaje publicado en el periódico oficialista Tribuna de La Habana, los funcionarios recibieron quejas y propusieron las "soluciones" a los numerosos problemas del barrio, luego que la semana pasada se constituyeran las llamadas brigadas de trabajo social y los destacamentos de vigilancia revolucionaria, una variante cubana de los "colectivos" chavistas, cuya misión parece ser "reactualizar" los inoperantes Comités de Defensa de la Revolución.
Según el periódico capitalina, en los últimos 15 días las autoridades han propuesto ofertas de trabajo a los 469 jóvenes del barrio que se encontraban desocupados, y tramitado 20 capacidades en los círculos infantiles para igual cantidad de madres que no se beneficiaban de ese programa.
La comunidad de tránsito fue objeto de una reparación y se realizan acciones similares en el Sistema de Atención a la Familia.
Por su parte, el miembro del Buró Provincial del PCC, Armando García Díaz, quien "atiende" ese municipio, informó que diariamente se están inscribiendo en el registro de consumidores entre 30 y 40 personas que no poseían libreta de abastecimiento. El proceso continuará hasta inscribir a los 3 500 vecinos que se encontraban en esa situación antes del 11J.
En el ámbito de la salud se están entregando espejuelos y ofreciendo servicios de estomatología a los habitantes de la comunidad de tránsito y a los casos sociales que no tenían recursos para adquirirlos, y otras personas en condición muy vulnerable.
Un problema crónico de este municipio ha sido siempre el servicio de gas. Según la retórica del diario oficialista "en estos momentos se encuentra a consideración de la máxima dirección del país una propuesta de las máximas autoridades de la capital para viabilizar una posible solución".
García Díaz aseguró también que se garantizó el acceso a la asistencia social de todos los que no recibían ingresos por ese mecanismo, lo que les permite resolver un grupo de necesidades básicas.
El problema fundamental de La Güinera, como de muchos otros barrios cubanos, es la crisis de la vivienda: la mayoría de los residentes de la zona están hacinados y muchos tienen que construir sus casas con materiales de desecho sin esperanzas de que el gobierno les ofrezca una vivienda digna.
Sobre la vivienda, Torres Iríbar explicó siempre a los afectados que en esta primera etapa se estaban atendiendo a los casos más críticos, porque el país no tiene recursos para solucionar el déficit habitacional de forma masiva.
“No podemos prometer ahora lo que no podemos cumplir porque siempre ha sido una política de la Revolución honrar sus compromisos con el pueblo y decirle la verdad; a medida que lo permitan las condiciones económicas se beneficiarán más personas, confíen en la Revolución que siempre ha repartido con equidad los modestos recursos de que ha dispuesto”, dijo el representante del PCC en la capital.
Según los medios de prensa gubernamentales, en las calles de La Güinera se han vertido 6 000 toneladas de asfalto en las últimas dos semanas, y se realizan obras en los sistemas de drenaje de las aguas albañales y el alcantarillado, la segunda mayor problemática de esta localidad.
La Güinera es apenas un ejemplo de barrios empobrecidos donde la mayoría de la población no reciben remesas ni tienen acceso a la Moneda Libremente Convertible (MLC), en que el gobierno cubano vende artículos de primera necesidad. Son los habitantes de estas barriadas los más afectados por la escasez de comida y medicamentos, y por la falta de infraestructuras en sus localidades, que arrastra décadas de olvido gubernamental.
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