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La periodista independiente Camila Acosta fue amenazada por la policía política cubana con buscar en el Código Penal alguna manera de enjuiciarla luego de ponerla en libertad
Acosta salió este lunes en defensa de Víctor Manuel González, hermano menor de un amigo (Fabio Corchado) que le dio asilo en su vivienda en La Habana luego que la periodista independiente fuera desalojada de su alquiler en la capital cubana.
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La detención duró varias horas y al momento de la liberación Acosta aseguró que el joven continuaba detenido en Villa Marista.
"La Seguridad del Estado está acosando a la familia de Fabio para que este me eche de su casa. Al parecer quieren que me les vaya a plantar con todos mis bultos en la Plaza. Eso es lo que se están buscando. Si continúan, lo tendrán", escribió en Facebook.
El escritor y opositor Ángel Santiesteban-Prats agregó que la Seguridad intentó que la joven periodista firmara una confesión donde entregaba una memoria flash con videos al hermano de Corchado, algo que aseguró ser totalmente falso.
"Los represores no tienen ninguna memoria que puedan mostrar, salvo que la inventen, por supuesto", dijo.
La Seguridad intenta amedrentar a la familia que acogió a Acosta en su casa y por eso utilizan estas acciones represivas con personas que no son ni activistas por los derechos humanos e intentan fabricar causas comunes con el fin de ejercer presión, explicaron.
"Me ha pedido Fabio, como no tiene acceso a internet, que agregue que ni aunque arresten a su madre, va a sacar a Camila de su hogar. Que eso solo lo decide ella y en contra de su voluntad", escribió Santiesteban-Prats.
Camila Acosta había aconsejado previamente a las madres de los detenidos tras las protestas del 11J en Cuba que pelearan por la libertad de sus hijos y demás seres queridos.
"El silencio solo contribuirá a la injusticia del régimen cubano", escribió.
Tras la ola de manifestaciones pacíficas en contra del gobierno cubano en más de 60 localidades del archipiélago, Acosta fue detenida e interrogada por la Seguridad del Estado, que intentó negociar una multa a cambio de que colaborara con ellos.
"Les dije que no quería que me liberaran, que si consideraban que cometí un delito, pues que me sancionaran", declaró a CubaNet, medio de prensa independiente para el que trabaja la periodista.
Actualmente se encuentra bajo arresto domiciliar por los presuntos delitos de desorden y desacato, a la espera de una decisión de las autoridades cubanas que llevan a cabo la investigación.
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