El joven cubano Edny Díaz Paz, de Florida, Camagüey, envió a CiberCuba un mensaje que quiere hacer llegar al gobernante Miguel Díaz-Canel denunciando que permanece encarcelado, según él, injustamente, en la prisión Cerámica Roja de esta provincia luego de que su mejor amigo Yoel David Aguilar Márquez confesara un crimen cuya autoría intelectual le imputan a él.
En el audio al que ha tenido acceso este periódico, Edny Díaz Paz, que lleva seis meses preso, describe irregularidades en su proceso judicial y asegura que bajo custodia policial ha sido víctima de torturas.
El joven de 26 años está acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Yordy Abizain Bandera Rodríguez, un adolescente de 17 años que desapareció el 31 de enero de este año tras salir con su motorina en Florida, Camagüey.
Ese día, el fallecido recibió muy temprano en la mañana una llamada telefónica y le dijo a su mamá que tenía que salir. Nunca regresó. Su cuerpo fue encontrado sin vida.
El caso fue muy sonado en Camagüey y movilizó a familiares y amigos de la víctima, que iniciaron una batida después de que Yordy Bandera fuera visto supuestamente por última vez en las inmediaciones del Hospital Pediátrico de Florida, la zona donde residía.
Este diario ha tenido acceso también a la confesión de Yoel David Aguilar Márquez. Se trata de un audio en el que éste asegura que es imposible que hubieran visto a su amigo Edny Díaz junto a Yordy Bandera sobre las cuatro de la tarde del 31 de enero porque a esa hora el adolescente ya estaba muerto.
CiberCuba se ha puesto en contacto con varios familiares y amigos del fallecido y en el momento de escribir esta noticia sólo uno de ellos, Yanlee Thebest, que asegura ser la hermana de Yordy Bandera, contestó que no haría ninguna declaración hasta tanto no se celebre el juicio, que a día de hoy no tiene fecha.
El instructor Enrique Moya
En el audio al que ha tenido acceso CiberCuba, Edny Díaz explica que se convirtió en sospechoso de asesinato cuando le hizo saber a la familia de la víctima que Yordy Bandera estuvo en su casa el día que desapareció.
"Les dije que había ido a pagarme un dinero que me debía", comenta en el audio enviado a este portal.
Después de eso, Edny Díaz fue detenido por la Policía el 2 de febrero. Durante los interrogatorios, los agentes le dijeron que su amigo de la infancia Yoel David Aguilar Márquez había confesado el crimen.
"Por desgracia de la vida (Yoel David) coincidió con la víctima en mi casa y después de haber cometido el delito siguió andando conmigo", lamenta Edny Díaz.
Durante la investigación, Díaz asegura, además, que le aclaró al instructor del caso, Enrique Moya, que él es inocente y que nunca tuvo conocimiento de lo ocurrido.
Éste, siempre según su versión, le contestó que "le convenía estar preso" porque un familiar de la víctima supuestamente estaba ofreciendo 2.000 dólares para que lo mataran.
Luego apareció lo que él llama "un falso testigo" declarando que lo había visto con la víctima a las cuatro de la tarde transitando por la calle del Hospital Pediátrico.
Díaz se limitó a desmentirlo y a pedirle a la fiscal que averiguaran dónde estaba él a esa hora. Poco después, según su versión, se confirmó que el testigo mentía.
Edny Díaz denuncia además que el instructor del caso, Enrique Moya, manipuló a Cristina Márquez Morín, la abuela de Yoel David (el asesino confeso), para que ésta convenciera a su nieto de que Edny Díaz había sido el causante del infarto sufrido por la mamá del asesino confeso tras la detención de éste.
Fue así como Yoel David cambió su declaración e incriminó a Edny Díaz hasta que habló con su abuela y ella le contó lo ocurrido. En ese momento él habría recapacitado y habría hecho una nueva declaración librando de cargos a su amigo, explica Yusimí Paz León, madre de Edny Díaz a CiberCuba.
Por su parte, Maire Hernández, tía de Edny Díaz, ha añadido a este portal que la madre de Yoel David sufrió el infarto el mismo día que detuvieron a su hijo cuando éste la estaba acompañando en el hospital. Por tanto su hijo no tuvo nada que ver en eso.
Según Díaz, la abuela de Yoel David mintió, persuadida por Enrique Moya, que la convenció de que con esa colaboración su nieto sería sobrellevado por el tribunal. El instructor buscaba un enfrentamiento entre el asesino confeso y el acusado de ser el autor intelectual del crimen.
"Lo hizo con la intención de que me involucrara en el delito", se queja Díaz, que terminó acusado por su amigo de colaborar con el asesinato.
En otra ocasión, añade Díaz, le reprochó al instructor el mal trabajo que estaba haciendo y éste sólo le contestó que "para un cabrón, otro cabrón".
"Me dijo que por sus cojones, él me presentaba al tribunal", insiste Edny Díaz, que está seguro de que el instructor mintió a la familia de la víctima diciéndole que él había participado en el asesinato.
"Es mejor inculpar a un inocente, que reconocer un mal trabajo", insiste.
Atado a un tubo y con la boca cosida
Durante su detención, Edny Díaz dice que tuvo que coserse la boca con un alambre el 5 de febrero y permanecer 21 días plantado para conseguir que lo escuchara el mayor Miranda, jefe de la Unidad de Policía conocida como El Técnico (Unidad Provincial de Investigaciones Criminales y Operaciones, UPICO,) de Camagüey, a quien le comentó las irregularidades que estaba cometiendo el instructor que investigaba el asesinato de Yordy Bandera.
"Este jefe torturador ordenó colgarme por las esposas de un tubo con los brazos hacia arriba, teniendo que hacer mis necesidades en una lata que me traía el guardia. En ese minuto en que me zafaban las esposas, me hacían saber que ellos sólo recibían órdenes", cuenta Edny Díaz.
De esas torturas estaban al tanto, según Díaz, el personal médico y algunos detenidos que iban a la Enfermería y lo veían al pasar.
Dos de ellos (Luis González Cruz y Eugenio Francisco Tamayo Ramos) estarían dispuestos a testificar lo que vieron. "Llegaron a sentir pánico al verme esposado en ese tubo día y noche", recalca.
"Señor presidente, no malinterprete la vía que estoy tomando para hacerle saber estas cosas, pero mi familia no tiene a quién acudir en toda la provincia de Camagüey para que investiguen" las irregularidades que supuestamente se han producido en este proceso.
También se pregunta por qué no llaman a sus testigos a declarar; se limitan a defender que el instructor trabajó "transparentemente" y niegan que exista un tubo al que atar prisioneros en esa unidad.
"¿Por qué no vienen y me buscan, que yo se lo voy a enseñar (el tubo)?", concluye.
Viejas rencillas familiares
La familia de Edny Díaz defiende que no hay pruebas contra él y que ahora están agarrándose a una gorra que la familia le llevó cuando la Policía la requirió.
Ahora les han dicho que un trocito de esa gorra fue encontrada entre las pertenencias de la víctima que Yoel David Aguilar desapareció.
La madre y la abuela de Edny Díaz se reunieron con Enrique Moya, instructor del caso, el 20 de abril después de recibir en su casa una llamada anónima avisándole de que su hijo estaba plantado. En esa reunión el Mayor Miranda le dijo que le había comentado en varias ocasiones a la familia de la víctima la inocencia de su hijo.
La familia de Edny Díaz está convencida de que son víctimas de una supuesta venganza contra Edny motivada por viejas rencillas familiares. Por eso, cuando aún no habían detenido a Edny, la familia de la víctima colgó en Facebook una foto sustraída sin autorización del muro de la madre de Edny para publicarla junto a una imagen del difunto, con un cartel que decía: "Asesino".
"Incitaron al pueblo a que se botara para la calle y nos hiciera irnos del municipio de Florida", señala la madre de Edny en audios de WhatsApp enviados a CiberCuba.
La madre de Yordy Bandera (la víctima), según cuentan los familiares de Edny, vivió detrás de la casa donde ellos viven actualmente y una prima de la mamá de Edny se casó hace un tiempo con el que era su marido.
"Yo creo que todo viene por ahí. Como ella no sabe desquitarse ese remordimiento de que el esposo no quiere volver con ella, se venga con Edny. Cuando ellos (la prima y el ex marido de la madre de la víctima) van a Cuba de visita, ella (la madre de la víctima) provoca muchos problemas", cuenta Maire Hernández, tía del joven de 26 años acusado de ser autor intelectual del crimen.
"Hay una guerra por ahí. Ella no tiene nada en contra de mi sobrino sino en contra de mi prima y como no le puede hacer daño a mi prima, lo hace a mi sobrino, que es también de la familia", añade Maire Hernández en declaraciones a CiberCuba.
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