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Cuba recibió un millón de jeringuillas donadas por la organización no gubernamental estadounidense Global Health Partners que servirán para inmunizar a la población con alguno de los candidatos vacunales desarrollados por la industria farmacéutica de la isla.
El envío, que cuenta con una licencia del Departamento de Comercio de EE. UU. para enviar suministros médicos a Cuba, forma parte de una campaña que pretende recoger 100,000 dólares y cubrir un déficit de ocho millones de jeringuillas.
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La campaña de recaudación de fondos se lanzó a mediados de junio y permitirá la entrada de otros cinco millones de jeringuillas a través del gubernamental Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, según el reporte de la emisora estatal Radio Rebelde.
"Ayude a poner vacunas que salvan vidas en los brazos de Cuba", dijo en junio Global Health Partners al lanzar la campaña, que se mantiene vigente en internet.
El oficialismo resaltó que durante 27 años la ONG ha enviado ayudas a Cuba, "superando las trabas del bloqueo económico", sin embargo no mencionó que existen autorizaciones del gobierno estadounidense para exportar medicinas y otros insumos a la isla por razones humanitarias.
La nota informativa de la prensa estatal cubana dijo que la ayuda se recogió en unas 20 ciudades de Estados Unidos, como parte de una caravana de autos y bicicletas "contra el bloqueo", pero no mencionó que desde hace casi dos meses la ONG pide ayuda económica en las redes para financiar el donativo.
Global Health Partners, con sede en Nueva York, se opone al embargo estadounidense contra Cuba y asegura que en más de dos décadas han entregado a las instituciones médicas de la isla más de 131 millones de dólares.
Actualmente Cuba vive una crisis de medicamentos e insumos sanitarios agravado por el colapso que provocó el coronavirus en hospitales y otros centros de salud.
Aunque oficialmente no se ha reconocido el colapso del sistema sanitario cubano, desde el gobierno central se tomaron medidas dirigidas a provincias como Matanzas y Ciego de Ávila, donde se registran elevados niveles de contagio y fallecidos por la pandemia.
Ante las carencias y la incapacidad gubernamental de asumir los gastos que genera la atención médica, la comunidad de cubanos residentes en el exterior comenzó a recaudar fondos y medicamentos para ser entregados de forma directa a ciudadanos que lo necesitan en la isla.
Ante las trabas burocráticas existentes se pidió la creación de un canal humanitario que permitiera enviar las ayudas sin tener que pagar los gastos de aduana y el gobierno solo cedió a aceptar esa propuesta tras la ola de protestas pacíficas que se generaron en más de 60 localidades de Cuba.
Hasta diciembre de este año el gobierno permitió la entrada, sin cobro de aranceles y sin límites de capacidad, de medicamentos, alimentos y productos de aseo, lo que generó críticas en el exilio ya que puso en evidencia que el verdadero bloqueo lo tiene el Gobierno comunista sobre la población.
En los primeros días de implementada la medida más del 75 por ciento de los viajeros que arribaron a Cuba se acogieron a esa posibilidad, según datos oficiales.
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