El empresario cubanoamericano José Antonio Haber, conocido como Tony Haber, consiguió hacerse con la marca de la cerveza Cristal, que tenía el Gobierno de Cuba.
Según explicó Haber a este portal, Cuba no renovó el pago de los derechos de la marca en Europa y por eso él pudo hacerse con ella tras solicitar permisos en varios países europeos.
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De esta forma, la cerveza Cristal desde este mes de junio empieza a comercializarse en Miami con el nombre de "Mi Cristal".
Ahora la cerveza llegará a los supermercados de Estados Unidos en un formato (fuerte) que recuerda a la Bucanero, mientras la clásica se asemeja a la primera Cristal, aunque esta lata es azul.
Haber no sólo le ha cambiado el nombre a la marca (antes se llamaba Cristal y ahora, Mi Cristal) con la intención, señala, de hacerla más personal.
También ha modificado el eslogan publicitario, que en la Isla era "La preferida de Cuba". Ahora es "La favorita de todos", porque de esta forma incluye a los cubanos de dentro y fuera, dijo a CiberCuba.
En declaraciones a este diario, Tony Haber (Santiago de Cuba, 1973) negó tener vínculos con los comunistas cubanos con los que se enfrentó recientemente en un juicio en las Cortes de California. Del litigio asegura que no puede hablar porque el acuerdo al que llegaron incluye una cláusula de confidencialidad.
"No tengo nada que ver con el Gobierno de Cuba. Al contrario, no soy una persona muy favorita del Gobierno de Cuba en estos momentos", recalcó.
En la demanda millonaria de California, Tony Haber afirma que las autoridades cubanas se gastaron un dineral y en su opinión, esos dólares perfectamente se podían haber empleado en proporcionar comida a niños enfermos de Cuba.
Él tiene entre manos ahora sacar al mercado un vino con el nombre de Patria y Vida, con el que pretende recaudar fondos para, a través de la iglesia, enviar comida y medicina a niños enfermos de cáncer en la Isla.
De momento, no ha llegado a un consenso con las autoridades cubanas. Éstas pretenden que la ayuda entre al país a través de las instituciones estatales y Tony Haber no quiere porque está convencido de que la comida y las medicinas terminarán en manos de algún general del Ejército de Raúl Castro.
En este proyecto él no está solo como empresario. Según explica, hay una veintena de compañías de la Florida dispuestas a echar una mano y a enviar comida y alimentos a los menores de edad que estén atravesando problemas de salud en estos momentos.
Tony Haber también ha colaborado con iniciativas organizadas por el exilio cubano en Miami, como la simultánea de ajedrez de Eliécer Ávila y para la que él donó la bebida que los participantes pudieron degustar en el encuentro.
En conversación con este diario, el emprendedor cubanoamericano dijo que sueña con montar una empresa en Cuba cuando las cosas cambien. Su intención es fijar su compañía en su Santiago de Cuba natal, un lugar del que se fue con sus padres cuando apenas tenía 4 años.
A esa edad, llegó a Hialeah, una ciudad de Miami-Dade que adora por su comida, su gente y su música. Él no sólo es cubano sino que también se siente cubano y tiene ganas de ayudar a su gente a prosperar.
Por eso, durante los años del deshielo de Obama, abrió un par de negocios en Cuba, que terminaron cerrando. Perdió todo el dinero, pero no las ganas de volver a montar una empresa en la Isla. Esta vez aguardará a que las cosas cambien.
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