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La Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental de Cuba (ORSA) denunció el incremento del comercio ilícito de aves silvestres, así como otras especies, durante los últimos años.
Según explica el medio estatal Cubadebate, la demanda del organismo obedece al uso de estas especies como mascotas, al consumo de su carne, a la elaboración de artesanías y también a determinadas prácticas religiosas.
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Las aves más afectadas por el comercio ilícito, debido a su alta demanda, son las cotorras, cateyes, negritos, azulejos, sinsontes, gavilanes y cernícalos, señaló el directivo de ORSA, Jorge Álvarez Álvarez.
El funcionario de esta entidad, adscrita al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), llamó la atención de que semejante situación se une a las infracciones contra los recursos naturales, como los minerales, forestales y el agua.
No obstante, indicó que el Ministerio del Interior se encuentra enfrascado en resolver este tema, y que ya “concibió una plataforma para articular la prevención y la lucha institucional por todos los Organismos de la Administración Central del Estado involucrados”.
Como medidas preventivas contra el comercio ilícito de aves, “se han incrementado las sanciones y el monto de las sanciones ante estos delitos, sobre todo con la reciente legislación de bienestar animal, que también se ocupa de las especies de especial significación”, indicó el funcionario.
No obstante, Álvarez cree que las acciones son aún insuficientes y aseguró que se coordina con los gobiernos y autoridades locales “iniciativas para actuar de manera integrada y específica, acorde con las características de cada territorio”.
El CITMA, por su parte, “tiene su propio plan y la ORSA desempeña un papel importante contra tales delitos, por lo que en 2020 fortaleció su gestión con la creación de representaciones en la mayoría de las provincias del país y solo faltan las de Artemisa y Mayabeque, además del Municipio Especial de la Isla de la Juventud”, informó el funcionario.
Además, Álvarez indicó que desde el punto de vista ambiental, en 2011 por la Resolución del CITMA 160, se perfeccionaron las regulaciones relacionadas con las especies de especial significación de la diversidad biológica de Cuba.
Según el funcionario, la mayor importancia para combatir el tráfico él se la concede a la prevención, “porque cuando se enfrenta la ilegalidad, el daño ya se produjo, se taló el árbol o se capturó una especie que posiblemente no pueda ser devuelta al medio natural”.
Recomendó que por ello se debe, en primer lugar, no formar parte del tráfico, lo cual se resolvería si los traficantes no tuvieran cómplices receptores que compren su mercancía. “No se debe comprar especies a los ilegales que lucran contra nuestra biodiversidad”, indicó.
Como acciones a realizar en aras de evitar el tráfico, Álvarez le concede especial atención a la educación desde edades tempranas en el respeto, la conciencia y la responsabilidad hacia la naturaleza, lo que incluye cuidar las áreas verdes, no afectar la biodiversidad y el amor a los animales, estén o no protegidos ambientalmente.
El pasado 30 de abril la Guardia Civil española intervino en el Aeropuerto de Manises, en Valencia, 161 aves silvestres que viajaban en el equipaje de un pasajero procedente de La Habana, que había hecho escala en Madrid.
Las aves fueron descubiertas en dos maletas durante los controles aduaneros realizados a un pasajero -cuya nacionalidad no ha trascendido- que embarcó en un vuelo con origen en la capital cubana y destino en Valencia, según indica Europa Press citando fuentes policiales.
Al pedir que abriera las maletas en presencia de las autoridades aduaneras, fueron descubiertas cuatro cajas con un total de 161 aves silvestres originarias de Sudamérica, de las que no pudo presentar la documentación necesaria justificar su importación.
Debido a que las aves viajaron en la bodega del avión, sin cumplir las medidas legales de higiene y protección para transportar animales, algunas aves ya estaban muertas en el momento en que fueron inspeccionadas.
No es la primera vez que aves vivas son sacadas de Cuba con fines de contrabando. Hace justo dos años, en abril de 2019, las autoridades aduaneras de la isla decomisaron en el aeropuerto "José Martí" un equipaje en el que se intentaba sacar del país 277 aves vivas.
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