El activista José Tomás Fernández tuvo que convivir con una incontrolable plaga de cucarachas y baños desbordados de basura, mientras estuvo ingresado como paciente sospechoso de Covid-19 en la sala Muñoz del Hospital Clínico Quirúrgico Docente Salvador Allende, antigua Quinta Covadonga, en La Habana.
En un video de Fernández en la sala, que publica Radio Martí, se puede observar cómo los insectos caminan por encima de las camas de los pacientes, incluso a plena luz del día.
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“Cuando llegué a esa sala, y, de entrada, cuando llego a la cama […] en pleno día, estaba llena de cucarachas. Todo, donde te dan los alimentos, las mesas, la silla… No podías ni sentarte en ningún lado”, relató Fernández a Radio Martí, tras ser trasladado a otra área del hospital luego de resultar positivo de Covid-19
Las imágenes captadas por el activista igual documentan el gran deterioro de esas instalaciones donde los pacientes sospechosos de la enfermad deben permanecer hasta ser trasladados a otras áreas según sus condiciones.
“Ya pude salir del infierno aquel en que estaba, con trescientas cucarachas arriba de mi cama. No podía dormir, aseguró Fernández, quien mostró con su celular la total insalubridad de la sala, donde los baños permanecen sucios y desbordados de basura.
También relató que las enfermeras de la sala Muñoz le comentaron que “las salas que están ‘juntico’ una a la otra ahí, están llenas, plagadas de cucarachas de estas ‘americanas’”.
Fernández dijo además que su estancia en esa sala le provocó un problema respiratorio adicional porque el agua para bañarse estaba muy fría.
"Agua congelada hasta que pude resolver. Reportábamos eso y no pasaba nada”, comentó
También relató que vio cómo falleció un paciente delante de él, de solo 39 años, que estaba en esa sala con pésimo estado de salud y “nunca lo mandaron para terapia”.
“Yo fui el que ‘cogí el carné’, porque tuve que cargarlo (el cadáver), porque era muy grande y fuerte y no podían las enfermeras con él”, aseguró, además de que no vio en ningún momento que al paciente se le aplicaran los protocoles de reanimación.
“Falleció delante de mí, 39 años, y se orinó y botó sangre del suero y bueno, esa sangre estuvo, desde las ocho hasta las seis que yo pude salir de esa sala para otra. No tenían quién limpiara, el orine ahí…si él tenía una cepa mala o algo, yo me hubiera contagiado, o el otro que estaba conmigo”, agregó.
De acuerdo con Fernández, en ese momento “no hubo una reanimación, no hubo nada, porque esa es una sala para sospechosos, no tienen las condiciones con un equipo de reanimación, ni nada, ahí lo que tienen es oxígeno nada más y con el problema de la ‘orina’, reportaron eso, que estaba el charco de ‘orina’ en el medio, llamaron al puesto de mando y no hicieron nada”.
No es la primera vez que pacientes enfermos o sospechosos reportan las pésimas condiciones de las instalaciones de Salud Pública en las que tienen que permanecer durante la enfermedad o a la espera de ser confirmados.
En marzo de este año la periodista cubana Yadianny María Rojas Pupo criticó las condiciones en que se encuentran los baños del hospital Vladimir Ilich Lenin, en la provincia de Holguín.
Anteriormente, en abril de 2020 otro ciudadano de esa misma provincia denunciaba el estado de las instalaciones donde cumplía su aislamiento.
En ese momento Ricardo Ramírez denunció en su perfil de Facebook la falta de higiene, el hambre y las necesidades que enfrentaban los pacientes aislados por sospecha de coronavirus en un hospital de Holguín.
"Yo vivo en una POTENCIA MÉDICA... 4 días aquí y la insalubridad reina... hay Hambre, necesidad... de todo tipo de carencias... y nadie excepto los médicos hace nada... esto es Holguín, Hospital Lucía Íñiguez...sala 4to F... perdón, vertedero 4to F", afirmó en su publicación.
Según los protocolos cubanos, todo sospechoso o paciente positivo debe ser aislado. Pero los lugares donde pasan ese período no siempre tienen las mejores condiciones.
Las autoridades sanitarias de la Isla han tenido que recurrir no solo a sus centros de salud para atender a sus miles de pacientes o sospechosos de Covid-19, enfermedad que se trata como si el país estuviera en estado de guerra.
Unidades educativas, predios universitarios y otras instalaciones en toda la isla ejercen como hospitales de campaña, pero muchos sin las condiciones necesarias para que las personas que allí lleguen se recuperen o les confirmen si padecen o no la enfermedad viral.
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