El cantautor cubano Boris Larramendi se mostró este sábado satisfecho con la incorporación de varios reguetoneros cubanos a la "canción protesta" a favor de la libertad de Cuba, algo que él viene haciendo casi en solitario desde hace años.
"Yo me sentía un poco solo y pensaba: soy el único comemierda que está haciendo esto", comentó antes de alegrarse de que representantes de la música popular cubana hayan dado ese paso y denuncien que el "socialismo es represión".
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"Me alegra mucho que hayan despertado", dijo en entrevista concedida a CiberCuba, poco antes del estreno esta noche en Miami de su sexto disco en solitario "Yo vine a querer".
"Los reguetoneros han tomado el testigo. "Menos mal, ya era demasiado. Hasta cuándo", señaló, y además destacó que es muy de elogiar y muy positivo que lo hayan hecho.
El álbum Yo vine a querer se presenta este sábado, a las 8 pm, en el Museo de la Diáspora (1200 Coral Way. Miami Fla. 33145). Aún quedan entradas disponibles a 25 dólares en MyTicketOn.
El 30 de julio el exintegrante del grupo Habana Abierta estará en la edición mensual de Viernes Culturales de La Pequeña Habana, en la tarima que se monta en la Calle 8 y a partir del mes de agosto en el Real Café de Miami.
En Yo vine a querer colaboraron, entre otros grandes de la música cubana contemporánea, Pavel Urquiza, Kelvis Ochoa, Amaury Gutiérrez o Roberto Carcassés al piano y órgano, algo que según explicó Larramendi a CiberCuba no habría podido ocurrir si él hubiera estado viviendo en Madrid.
El cantautor vivió en España 18 años, pero decidió emigrar a Estados Unidos como consecuencia de la crisis económica que empezó en 2008 y que destruyó el mercado laboral español.
"Llegar a Miami ha sido como volver a respirar. El clima, los aguaceros, la chancleta.. eso yo lo necesitaba", comentó.
Ahora, cuando echa la vista atrás, se da cuenta de que el público que consume su música, fusión de rock, timba y ahora changüí, rumba, guajira y bolero, no estaba en Europa sino en América. De hecho ha visto cómo en Colombia conocen temas de sus discos en solitario.
Yo vine a querer es un disco hecho con mucho mimo, pero no está grabado pensando en un Grammy, aunque si viene, bienvenido sea porque el artista reconoce que sería una manera extraordinaria de darle promoción y de que llegue a mucha más gente.
"Te da más exposición en los medios. Habana Abierta no tuvo ni siquiera una nominación y yo creo que nos lo merecíamos. Eso fue una de las razones de que no trascendiéramos más allá de Cuba", dijo.
"A los músicos cubanos nos falla que no tenemos un país detrás que nos sirva de colchón, nos falla el apoyo del país de donde venimos; desaparecemos para las grandes cadenas de televisión estatales", lamentó.
Sobre su paso por Habana Abierta, Larramendi comentó que no extraña las anécdotas del día a día ni tampoco el poco éxito comercial que tuvieron. En cambio, reconoce que ahí quedan las buenas canciones que hicieron juntos y reconoce que no haber estado en el grupo, hoy lo lamentaría.
También explicó cómo, pese a estudiar Derecho, su carrera derivó hacia a la música y habló de cómo aprendió a tocar la guitarra, inspirado en Silvio Rodríguez y atraído por la fascinación que esta música causaba en el público femenino.
Por otra parte, Larramendi habló de los seis años que pasó en la Escuela Vocacional Lenin y de sus raíces africanas, que se notan muchísimo en su tema "I like you", incluido en el disco "Yo vine a querer".
"El negro está aquí", dijo en referencia al ritmo africano y defendió que la raza es intrascendente porque la gente buena y mala viene en cualquier color.
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