WASHINGTON, 8 jun (Reuters) - Estados Unidos se dirigirá a China con una nueva "fuerza de ataque" para combatir las prácticas comerciales desleales, según dijo el martes el Gobierno del presidente Joe Biden, al presentar los resultados de un informe sobre el acceso del país a productos críticos, desde semiconductores hasta baterías para vehículos eléctricos.
La "fuerza de ataque comercial de la cadena de suministro", dirigida por la representante comercial de Estados Unidos, buscará violaciones específicas que hayan contribuido a un "vaciamiento" de las cadenas de suministro que puedan ser abordadas con remedios comerciales, incluso hacia China, según dijeron altos cargos de la Administración estadounidense a los periodistas.
Estos dirigentes también dijeron que el Departamento de Comercio estadounidense estaba considerando iniciar una investigación de la Sección 232 sobre el impacto en la seguridad nacional de las importaciones de imanes de neodimio utilizados en motores y otras aplicaciones industriales, que Estados Unidos obtiene en gran medida de China.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó en febrero la revisión de las cadenas de suministro, exigiendo a los departamentos gubernamentales que informen en un plazo de 100 días sobre los riesgos para el acceso de Estados Unidos a artículos críticos como los utilizados en los productos farmacéuticos, así como los minerales de tierras raras, para los que el país depende de fuentes extranjeras.
Aunque no se dirige explícitamente a China, la revisión forma parte de una estrategia más amplia de la Administración Biden para reforzar la competitividad de Estados Unidos frente a los retos económicos que plantea la segunda economía del mundo.
"Los semiconductores son los componentes básicos que sustentan gran parte de nuestra economía, y son esenciales para nuestra seguridad nacional, nuestra competitividad económica y nuestra vida cotidiana", dijo en un comunicado la secretaria de comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, que desvelará la revisión en la Casa Blanca el martes.
Está previsto que otros responsables económicos estadounidenses se dirijan a los periodistas en la Casa Blanca a las 13:00 horas (17:00 GMT).
Estados Unidos se enfrentó a graves problemas para conseguir equipos médicos durante la epidemia de COVID-19 y ahora sufre graves cuellos de botella en una serie de áreas, incluidos los chips de ordenador, lo que paraliza la producción de bienes como los coches.
Los departamentos del Gobierno estadounidense deben emitir informes más completos un año después de la orden de Biden, en los que se identifiquen lagunas en la capacidad de fabricación nacional y medidas para solucionarlas.
NO SE QUIERE UNA GUERRA COMERCIAL CON ALIADOS
Un alto cargo dijo que Estados Unidos se ha enfrentado a prácticas comerciales desleales por parte de "una serie de Gobiernos extranjeros" en las cuatro cadenas de suministro cubiertas en la revisión inicial, incluyendo subsidios públicos y transferencias forzadas de propiedad intelectual.
"Obviamente, una serie de políticas industriales chinas han contribuido a la vulnerabilidad de las cadenas de suministro estadounidenses", dijo el alto cargo.
Estados Unidos no pretende "librar guerras comerciales con nuestros aliados y socios", añadió esta fuente, señalando que la fuerza de ataque se centraría en "productos muy específicos".
No obstante, los dirigentes ofrecieron pocas novedades sobre medidas para reducir inmediatamente la escasez de suministro de chips, señalando en una hoja informativa que el Departamento de comercio trabajaría para "facilitar el flujo de información" entre los fabricantes de chips y los usuarios finales y aumentar la transparencia, un paso sobre el que Reuters informó con anterioridad.
Reporte de Michael Martina y Trevor Hunnicutt. Editado en español por Marion Giraldo y Tomás Cobos
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