La periodista cubana Mónica Baró recogerá el premio Don Quijote de Periodismo, obtenido por el intelectual cubano Carlos Manuel Álvarez, de manos del rey Felipe VI el próximo miércoles en Madrid.
Baró, quien labora como periodista de El Estornudo, revista de periodismo narrativo fundada por Carlos Manuel Álvarez, se refirió a la relevancia del galardón tanto para el ejercicio de la prensa independiente en Cuba como para la justicia social sobre el caso que aborda el reportaje premiado.
Álvarez obtuvo el prestigioso galardón por su reportaje "Tres niñas cubanas", un texto sobre el fallecimiento de tres menores por la caída de un balcón en La Habana Vieja. La investigación pone en descubierto la profunda crisis inmobiliaria que atraviesa la isla, con especial interés su capital, así como el deterioro de los bienes inmuebles, que ocasionan anualmente numerosas muertes y lesiones.
El reportaje, según aseguró Mónica Baró a la agencia EFE, “está reivindicando derechos humanos, y cosas tan importantes como la libertad de expresión o la libertad de prensa”.
Además, la joven reportera ahondó en los riesgos del ejercicio periodístico en Cuba cuando se realiza de forma independiente al monopolio de la prensa estatal.
“No existen garantías para ejercerlo (el periodismo). Hacer periodismo de manera independiente al Estado y al Partido significa exponerse a ir a la cárcel en cualquier momento, porque estás violando varios artículos del código penal, leyes, y puedes sufrir penas de hasta diez o veinte años”.
El galardón forma parte de los Premios Internacionales de Periodismo Rey de España, los cuales han fallado a favor de varios periodistas cubanos independientes en ediciones anteriores.
En la última edición del premio concurrieron 155 candidaturas de una veintena de países de toda Iberoamérica, sin embargo, el fallo favoreció a Álvarez.
Carlos Manuel Álvarez ha sido reconocido por el proyecto Bogotá39 como uno de los escritores jóvenes más potentes de la lengua española. Asimismo, la Feria del Libro de Guadalajara, México, lo calificó como uno de los 20 escritores más importantes de Latinoamérica.
Álvarez, además, es miembro del Movimiento San Isidro, un grupo de artivismo con sede en La Habana Vieja, el cual ha estado presente en el núcleo de la crisis política que ha vivido el país en los últimos 8 meses.
Por su apoyo a la democratización de Cuba, y su condena a la constante violación de Derechos Humanos por parte de las autoridades cubanas, ha sido acosado, apresado, interrogado y ha sufrido arrestos domiciliarios por parte de la policía política.
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