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El director de la policía de Miami-Dade, Freddy Ramírez, condenó la muerte de tres personas en un tiroteo ocurrido en la madrugada de este domingo en una fiesta de graduación en Kendall, zona urbana situada al sur este de Miami.
"Debemos retirar a estos asesinos de nuestra comunidad", afirmó Ramírez al visitar el lugar donde ocurrió el incidente, que dejó además cinco heridos.
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El oficial subrayó que la lucha contra la violencia de las armas de fuego no se detendrá, y que terminarán deteniendo a los responsables del tiroteo.
"Nuestra comunidad fue nuevamente golpeada dolorosamente por la violencia armada durante la noche. Nadie es inmune, este tiroteo le quitó la vida a un oficial penitenciario. Todos tenemos la responsabilidad de denunciar a estos asesinos. Mi más sentido pésame a los afectados por este intencionado acto de violencia", expresó en su cuenta de Twitter.
El incidente ocurrió en una plaza comercial situada en la calle 104 del suroeste y la 109 court, en el suroeste del condado. Hasta el momento los cinco heridos permanecen en condición estable, unos reciben atención en el hospital Jackson South y otros en el de Homestead.
"Cuando las personas se estaban yendo de la fiesta dos carros llegaron y empezaron a disparar a las personas. Un carro cruzó la calle 104 y chocó contra una pared de Miami Dade College South", informó Ramírez.
Según precisó el director de la Policía, de los tres fallecidos, dos son hombres que viajaban en el auto que se estrelló. La tercera era una oficial de prisiones de Florida de la que no ofreció más detalles, solo que murió en el Hospital Jackson South.
Los dos autos en los que iban los autores de los disparos fueron descritos por los testigos como un Chevy Malibu color oscuro y un Camry blanco.
Ramírez dijo que se investiga la relación entre los dos hombres muertos y el tiroteo. En el vehículo en el que iban las víctimas se recuperó un arma de fuego, aunque las autoridades no han informado si murieron por disparos o por el choque.
El uniformado recalcó que no se ha producido ninguna detención aún.
La alcaldesa de Miami-Dade, Levine Cava, señaló que se debe proteger la seguridad y el bienestar de todas las familias del condado.
"Estoy horrorizada con esta tragedia y desconsolada por los familiares de aquellos a quienes perdimos. No vamos a permitir que un pequeño grupo de violentos aterroricen a nuestra comunidad", remarcó.
También Raquel Regalado, comisionada de Miami-Dade del distrito 7, lamentó la tragedia.
"No puedo imaginar el horror para estas familias cuando una celebración de sus jóvenes graduados es estropeada por esta violencia indescriptible", manifestó.
El jueves pasado las autoridades del condado anunciaron la llamada 'Operación Verano Caliente' (Summer Heat), dirigida a intentar frenar el aumento de la violencia.
El programa, que estará vigente 12 semanas, incluye la colocación de nuevas cámaras de seguridad, la incorporación de 17 equipos tácticos para diferentes departamentos de la Policía y un aumento de las patrullas.
"Esta operación no es un número. Es para tener resultados y bajar el crimen, no para decir que hicimos más de 500 arrestos. Queremos parar la violencia y tener la sensación de que estamos seguros en esta comunidad", señaló Freddy Ramírez.
"Nuestras otras iniciativas contra el crimen siempre fueron para un área específica que estaba experimentando una tendencia, un punto caliente. Estas personas ahora están atravesando el condado", reconoció.
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