Aduana de Cuba decomisa piscina enviada para una niña con discapacidad

Vladimir Valdivia, un cubano residente en Uruguay, envió la piscina por Aerovaradero a su sobrina, que tiene pie equinovaro, una discapacidad congénita, que no permite su movilidad.

Aduana de Cuba decomisó una piscina para una niña discapacitada. © CiberCuba
Aduana de Cuba decomisó una piscina para una niña discapacitada. Foto © CiberCuba

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Este artículo es de hace 3 años

Vladimir Valdivia es un cubano residente en Montevideo, Uruguay, que asegura que la Aduana de Cuba le ha decomisado una piscina inflable que envió a su sobrina Jessica, una niña de dos años que nació con pie equinovaro, una discapacidad congénita del pie que no permite su movilidad y buen funcionamiento.

"Esa piscina sería para esa niña un entretenimiento ya que no puede caminar y tampoco la han podido operar", escribió Valdivia en su muro de Facebook, donde denunció "el robo" del que había sido objeto.


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"Le robaron una vez más la felicidad a un niño discapacitado. No tienen sentimiento. ¿Para quién será la piscina que le robaron a Jessica?", se pregunta Valdivia en sus redes sociales, añadiendo que "han dañado a una niña que no puede caminar".

Entre los comentarios de la publicación, está el del jefe de Valdivia, que lamentó que a su empleado le robaran una piscina que había comprado con mucho sacrificio, trabajando en Uruguay.

Los motivos del decomiso

Según explicó Valdivia en declaraciones a CiberCuba, ése era un envío no acompañado que él hizo en diciembre con una persona a Cuba. La empresa de paquetería de Montevideo le dijo que ese paquete no tenía nada que ver con los que llevaba ese compañero suyo encima, en el vuelo (unos 70 kilos). Aún así, no sobrepasaba los 125 kilos.

Este viernes 4 de junio cuando esta persona se desplazó desde el centro del país a La Habana a recoger la piscina porque no le contestaban a los teléfonos, ni le daban explicaciones del envío, le dijeron que no podían darle la piscina porque estaba pasado de peso.

"Él trató de explicar que la piscina no era suya, sino de un compañero suyo que lo enviaba para una niña discapacitada que necesita hacer ejercicio en los pies y el hombre que estaba ahí le dijo que no, que la piscina tenía que quedarse y que tenía que escoger entre un paquete de ropa y la piscina y él eligió la ropa y le entregaron a cambio los papeles del decomiso de la piscina.

Aunque intentó reclamar, a la hora a la que estaba allí ya no había nadie en las oficinas. "Ayer mismo intentó llamar por teléfono después y no le contestaron. Nosotros vivimos en el campo, en el centro del país. Viajar hasta La Habana a hacer una reclamación en una oficina, como está el problema del Covid y el transporte en Cuba es imposible. Incluso, el transporte de ayer para ir a La Habana costó 5.000 pesos. Es imposible hacer una reclamación en Cuba porque por teléfono no atienden", añadió Valdivia a este diario.

La piscina inflable decomisada a Valdivia (modelo Bestway Steel Pro Max) cuesta en torno a 230 dólares más los gastos de envío a Cuba y mide 305 x76 centímetros.

Según las nuevas reglas de la Aduana de Cuba, publicadas en la Gaceta Oficial el 10 de diciembre de 2020 previo al inicio de la Unificación Monetaria, en enero de 2021, no está prohibida la importación de piscinas infantiles.

Así lo recoge el apartado 95.06, dedicado a regular la entrada en el país de artículos de material para cultura física, gimnasia, atletismo, demás deportes (incluido el tenis de mesa) o para juegos al aire libre (...) y piscinas, incluso infantiles.

La Aduana no prohíbe la importación de piscinas inflables. Foto: CiberCuba

CiberCuba se puso en contacto con la Aduana de Cuba para conocer los motivos por los que decidió decomisar la piscina enviada por Valdivia a su sobrina discapacitada. También preguntó sobre las posibilidades que existen para que sea devuelta a su legítima destinataria. Al momento de publicar esta noticia, no había recibido respuesta.

¿Qué pasa con Aerovaradero?

Este viernes la empresa cubana Aerovaradero S.A., retomó su servicio de entrega a domicilio, suspendido en mayo por sospecha de un caso de coronavirus entre sus trabajadores.

Según explicó la compañía, empezarán a repartir paquetes acumulados desde la segunda quincena de mayo y luego pasarán a los recibidos este mes de junio.

Aerovaradero es diana de críticas de los clientes por su mal trabajo. En febrero pasado una mujer de Sancti Spíritus denunció que la empresa cubana de envíos no quería pagarle un aire acondicionado tipo split que ella importó desde República Dominicana y que nunca le entregaron. A cambio le prometieron un cheque que no llegó en los seis meses siguientes a la pérdida del aparato.

Asimismo, dos doctores cubanos que cumplían misión en el extranjero denunciaron hace un tiempo que Aerovaradero les había extraviado parte de los paquetes que enviaron a la Isla meses antes de su regreso. Cuando luego los contactaron para recoger sus bultos, faltaban algunos de ellos.

Aerovaradero S.A. es una empresa estatal que depende de la Corporación de la Aviación Civil Cubana, y se especializa en la actividad de Carga Aérea Nacional e Internacional, como operadora de terminales de carga aérea y otros servicios relacionados.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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