Vídeos relacionados:
La periodista independiente cubana Mónica Baró Sánchez criticó a la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) por su tímida postura ante las violaciones de derechos humanos en la Isla y su rechazo a pronunciarse contra la persecución a artistas como Luis Manuel Otero Alcántara y Maikel Osorbo.
"Esta declaración es una falta de respeto. Parece escrita en el Comité Central del Partido Comunista de Cuba", expresó Baró en su muro de Facebook.
Lo más leído hoy:
La joven reportera expresó que los autores del texto de LASA son los mismos "blancos moderados" que en su día criticó el líder afroamericano Martin Luther King, por estar más preocupados por el orden que por la justicia.
"Pero sobre todo son personas con privilegios tan grandes que no pueden ver más allá de sus propias narices. Y lo disfrutan", subrayó.
"No sé, ni me importa, si han sido alguna vez censurados o reprimidos, porque no hablan desde el lugar de enunciación de una víctima del poder político. El lugar de enunciación de esta nota son los privilegios", agregó.
La misiva de la organización latinoamericana condena el embargo impuesto por el gobierno norteamericano a su homólogo cubano, algo que según la periodista solo sirve para justificar de manera muy sutil la violencia.
"Relacionar la violación de derechos humanos en Cuba con el bloqueo estadounidense es continuar reproduciendo la lógica retorcida de que el bloqueo estadounidense es la causa de la violación de derechos humanos en Cuba. Es quitar la responsabilidad al gobierno cubano. Es faltarle el respeto a todas las víctimas de la violencia política en Cuba", aseguró.
Recientemente más de 300 personalidades especializadas en el tema cubano emplazaron a LASA, la más grande asociación para académicos especializados en estudios latinoamericanos, con unos 12,000 miembros, a que se pronunciara sobre las violaciones de derechos humanos en la Isla, en particular acerca del acoso contra el Movimiento San Isidro.
Como respuesta, la institución solo habló de su "preocupación" por el trato que reciben en Cuba "académicos y académicas, intelectuales y artistas", y a alabar sus relaciones con investigadores cubanos "a pesar del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos a Cuba durante décadas".
También dijo que "deplora la continuación de las sanciones impuestas por Estados Unidos en su intento de derrocar al gobierno de una nación soberana".
Varios académicos e intelectuales cubanos reaccionaron con ira a la declaración de la organización y anunciaron su renuncia a integrar sus filas.
Uno de ellos fue el académico cubano Walfrido Dorta, quien calificó a la entidad de "vergüenza de institución y de sección".
"Vergüenza para los académicos que callan y pasan de lado ante la evidente violación de derechos humanos en Cuba", añadió.
También la profesora de la Universidad de Wisconsin Guillermina de Ferrari subrayó al anunciar su partida: "Es simple. Los derechos humanos o se respetan o se violan. No hay grises. Por eso renuncio hoy a la membresía de LASA".
Por su parte el escritor, editor e investigador Francisco Morán expresó que la organización "no puede presumir de apoyar los derechos humanos mientras siga aliándose a la política opresiva del Estado cubano".
"Los que conocen mi trabajo saben que no tengo que justificarme. Si LASA no puede tomar una posición firme ante Cuba, y permite ser rehén del chantaje del bloqueo, no veo como mi lucha contra el racismo, la falta de libertad, y la discriminación en todas partes y en todas sus formas, pueda justificar mi permanencia en LASA sin avergonzarme!", precisó.
Archivado en: