Los jefes de Estado de la Unión Europea han acordado este martes un nuevo paquete de sanciones contra Bielorrusia después de que el pasado domingo el régimen de Aleksandr Lukashenko obligara a un vuelo de Ryanair a aterrizar de emergencia en Minsk mientras recorría la ruta entre Atenas y Vilna, para detener en el aeropuerto a Roman Protasevich, periodista residente en Lituania y uno de los líderes de la oposición bielorrusa, así como a su pareja.
El secuestro del vuelo ha provocado airadas declaraciones en toda la UE. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, señaló que “el comportamiento escandaloso e ilegal del régimen de Bielorrusia tendrá consecuencias”. Y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, ha preparado un documento de urgencia con una serie de propuestas de acción, rápidamente aprobadas.
Michel se apresuró este martes a mostrar un pantallazo del tráfico aéreo en el viejo continente el que se apreciaba un gran vacío sobre Bielorrusia. "Europa en acción", escribió.
El aterrizaje a la fuerza del vuelo que cubría la ruta Atenas-Vilna, para arrestar a uno de sus pasajeros (el periodista opositor Roman Protasevich) obligaba a los 27 a pactar un castigo enérgico contra el régimen de Lukashenko, considerado como “el último dictador de Europa”.
Al parecer, fue él quien ordenó personalmente a un avión de combate MiG-29 que escoltase al avión de Ryanair hasta el aeropuerto de Minsk tras una supuesta amenaza de bomba, dijo su servicio de prensa.
Tras unas siete horas en tierra, y sin señales de la supuesta bomba, el Boeing 737-800 de Ryanair despegó hacia Vilna desde Minsk con sus pasajeros y tripulación, y 35 minutos después aterrizó sin problemas en su destino final.
Protasevich, sin embargo, no llegó al final del viaje. Durante la escala del avión en Minsk, fue detenido, según informó el Ministerio del Interior del país en un comunicado -posteriormente fue borrado de su canal oficial de Telegram.
La Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de las Naciones Unidas, dijo estar “muy preocupada” por el incidente. La agencia dijo que el “aparente aterrizaje forzoso” del vuelo podría haber violado la Convención de Chicago, el acuerdo de 1944 que estableció los principios básicos de la aviación internacional.
El gobierno de Lituania emitió su propia declaración: “Es un ataque sin precedentes contra la comunidad internacional: un avión civil y sus pasajeros han sido secuestrados por la fuerza militar”.
Ahora la UE quiere ir más lejos y planea nuevas sanciones, una determinación que celebra la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanovskaya.
"Esta atención de los países democráticos, y el aislamiento político de Lukashenko y las sanciones, .. concienciando sobre la situación, organizando diferentes conferencias sobre Bielorrusia, seguro que nos llevará a entender (a todos los bielorrusos) que tenemos que negociar una nuevas elecciones", explicaba Tijanovskaya.
Mientras tanto, la televisión bielorrusa ha difundido un vídeo en el que Protasevich parece confesar los cargos que le imputan las autoridades. Desde su entorno, se asegura que es una confesión arrancada bajo tortura. También se ha difundido una foto sacada de un vídeo de su novia, Sofia Sapega, que estará arrestada durante al menos dos meses.
La Comisión Europea ha decidido hoy congelar 3.000 millones de euros ya aprobados para proyectos de cooperación con Bielorrusia como primer paso para "hacer entender a Alexander Lukashenko las severas consecuencias" que tiene el "secuestro del avión de la compañía Ryanair", según ha adelantado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La funcionaria también ha confirmado esta decisión a su llegada al Consejo Europeo en el que los líderes comunitarios van a abordar un incidente que líderes como el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, han calificado como "acto de terrorismo". Todos han pedido la liberación inmediata e incondicional del disidente detenido.
La OTAN tampoco se ha quedado callada y ha exigido una investigación urgente al Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunirá este miércoles para analizar la situación.
"Necesitamos que se envíe este mensaje transatlántico al dictador de Bielorrusia, a Lukashenko", decía el ministro lituano de Exteriores. "Me alegro de que Estados Unidos colabore con la UE en esta cuestión. Es el principal objetivo de nuestra política para conseguir... que se vea como un incidente internacional", explicaba el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, no descarta imponer sanciones a su homólogo bielorruso. Considerado el último dictador de Europa, Alexandr Lukashenko lleva 27 años en el cargo y está más que acostumbrado a las presiones.
Es también un confeso admirador de Fidel Castro y un estrecho aliado del actual régimen cubano.
En septiembre del año pasado, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, salió a defender públicamente al bielorruso luego de las denuncias de fraude electoral.
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