Donald Trump deja Florida y se va a Nueva Jersey a pasar el verano

Trump posee en Nueva Jersey el Trump National Golf Club Bedminster, un club de golf privado situado en un área pastoral a 40 millas de la ciudad de Nueva York.

Donald Trump © Flickr/ Gage Skidmore
Donald Trump Foto © Flickr/ Gage Skidmore

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Este artículo es de hace 3 años

El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump dejó su lujosa mansión en el sur de Florida para marchar a Nueva Jersey, donde tiene un club de golf, para pasar el verano.

Según informó este miércoles la cadena CNN, Trump se marchó hace ya una semana de Mar-a-Lago y se trasladó al norte del país, al igual que miembros de su oficina establecida tras dejar la Casa Blanca.


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Bedminster es un municipio de Nueva Jersey donde el ex mandatario posee un club de golf privado, el Trump National Golf Club Bedminster, el cual está ubicado en Lamington Road, un área pastoral situada a unas 40 millas (64 kilómetros) al oeste de la ciudad de Nueva York.

Es propiedad de The Trump Organization y en 2017 se convirtió en una de las tres residencias presidenciales oficiales, junto a la Trump Tower de Nueva York y Mar-a-Lago en Florida.

Luego de la toma de posesión de Joe Biden en enero, Trump ha hecho de Mar-a-Lago, en Palm Beach, su residencia habitual.

Allí ha presidido numerosos eventos políticos y recibido personajes relacionados con el Partido Republicano, desde que en febrero se declaró la figura dominante del Partido.

Se prevé que a partir de ahora y al menos hasta septiembre esta actividad se traslade a Nueva Jersey.

Según la nota de la CNN, Trump debe participar el próximo sábado en un evento diseñado para recaudar dinero para el grupo de acción política Make America Great Again Action, el cual dirige Corey Lewandowski, uno de los principales asesores de su campaña presidencial y quien sigue estando entre sus fieles colaboradores.

A inicios de mes la ciudad de Palm Beach anunció que le permitirá al ex presidente residir en Mar-a-Lago, luego de que residentes en la localidad se opusieran, alegando un acuerdo de Declaración de Uso firmado en 1993.

John Randolph, abogado de la ciudad, concluyó que dicho acuerdo no prohíbe espresamente a Trump vivir allí, y que este ha dado muestras como para considerarlo un empleado genuino de Mar-a-Lago.

De acuerdo con Randolph, el documento en cuestión autorizó al ex presidente a convertir su residencia en un club privado, el cual, según el código de zonificación de la ciudad, puede dar alojamiento a un "empleado de buena fe".

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