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La periodista cubana, Mónica Baró Sánchez, condenó la violencia contenida en las consideraciones del activista Alberto Roque Guerra respecto al episodio de agresión física protagonizado por Humberto López la pasada semana.
Baró Sánchez publicó en su cuenta de Facebook un análisis del post de Roque, donde el activista LGBTIQ+ anuncia que, quien lo filme en público con un celular o cámara, será “empujado” y su dispositivo destruido mediante un golpe, sin que importe “raza, sexo, género, orientación sexual, ideas políticas o religión”.
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“Algoritmo de actuación personal ante atentado malicioso a mi privacidad, independientemente de sexo, género, color de la piel, orientación sexual, ideas políticas y religión: 1- advertencia a la persona que filma/graba sin mi consentimiento y con cualquier medio. 2- manotazo al medio en cuestión, sobre todo al móvil. La fuerza debe estar dirigida a destruir al medio de registro de la información. 3- golpe contundente o empujón a quien violente mi privacidad. Lugar preferido: la cara 4- litigio en Tribunales”, indica el post de Roque, cuyo activismo se circunscribe a la agenda del CENESEX y la sociedad civil que permite y controla el Partido Comunista de Cuba.
La publicación de Roque Guerra fue borrada por su autor horas después de que suscitara la polémica en torno a su contenido a favor de la violencia institucional y la represión que ejerce el gobierno cubano contra sus disidentes.
“Bajo la lógica de Alberto Roque, entonces todos los activistas, artistas y periodistas independientes que sufran un “atentado malicioso” a su privacidad, sea en un interrogatorio, en un acto de repudio, en una detención o en un cerco policial con arresto domiciliario, podrían actuar igual”, comienza su análisis Baró Sánchez.
Sobre los episodios de violencia de género sufridos por varias activistas, entre las que se cuenta la reportera, y ejecutados por el gobierno cubano, como desnudarlas parcial o totalmente para inspeccionar si guardaban dispositivos de grabación en sus partes íntimas, la joven comentó.
“Podríamos haber actuado igual las mujeres que hemos sido desnudadas. Podríamos haber actuado igual quienes hemos sido grabados o fotografiados cuando nos han acosado en nuestras propias viviendas. Podríamos haber actuado igual cuando nos han amenazado con asuntos personales. Pero no. No hemos respondido con violencia porque no hemos sido iguales a quienes nos han reprimido”, indica.
Acerca de la parcialidad del discurso de Roque, donde se manifiesta contra el acoso que pueda representar ser grabado en un espacio público, la joven menciona las diferentes formas de violación a los derechos humanos que frecuentemente sufren los opositores al gobierno cubanos y él pasa convenientemente por alto. Desde arrestos domiciliarios sin que medien delitos, vigilancia permanente en las afueras de los domicilios, violación del derecho humano al libre movimiento, divulgación en medios “públicos” de la vida privada de los opositres con la fin de destruir sus reputaciones, impresión de fotografías íntimas (que involucran desnudos corporales) de los disidentes para chantajearlos o amedrentarlos.
“Seguro que para Alberto Roque los agentes, los policías y funcionarios cubanos sí pueden cometer todos los atentados maliciosos que se les ocurran contra ciudadanos cubanos. El mismo Humberto López atenta constantemente contra la paz de Cuba. Es lo más anticubano y contrarrevolucionario que ha engendrado el sistema en años” manifiesta Baró.
“Humberto López siembra odio cada vez que sale en la televisión y actúa sorprendido porque la gente lo odie. Pero al final Humberto López es una marioneta de la Seguridad del Estado. Los artífices de todo ese odio que la prensa oficial destila casi nunca dan la cara, porque quienes siembran odio siempre actúan igual: desde la más profunda oscuridad. Alberto Roque es otra marioneta más”, concluye Baró, quien ostenta el más alto galardón que se otorga al periodismo hispanoamericano actualmente: el premio Gabriel García Márquez de periodismo.
El pasado sábado 8 de mayo, el presentador de la televisión cubana Humberto López, quien ha emprendido una guerra mediática contra los opositores cubanos, agredió físicamente a una activista independiente cuando esta lo grababa con su celular en un espacio público.
La joven acusó al presentador de cometer infidelidad mientras transmitía en directo a través de Facebook. López salía de una vivienda y caminaba por un acceso público cuando fue abordado y emplazado por la activista. Ante las preguntas de la joven, el presentador y miembro del Comité Central de Cuba se abalanzó sobre ella para arrebatarle el teléfono. Según declaraciones posteriores de Torres, también sufrió golpes por parte del funcionario.
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