BOGOTÁ, 5 mayo (Reuters) - La policía antidisturbios disparó el miércoles gases lacrimógenos contra manifestantes que buscaban ingresar a la sede del Congreso en Bogotá, en el octavo día de manifestaciones contra el gobierno en Colombia, después de que la multitud atacó violentamente estaciones policiales durante la noche.
Las protestas, convocadas inicialmente para rechazar un plan de reforma fiscal retirado por el Gobierno, se transformaron en una demanda contra la pobreza, el desempleo, la violencia policial y otros problemas del país, de 50 millones de habitantes.
Las manifestaciones y la oposición de los partidos políticos presionaron al presidente, Iván Duque, a retirar la reforma para subir los impuestos y provocaron la renuncia del ministro de Hacienda.
Organizaciones internacionales condenaron la violencia policial, vinculada a un poco menos de la mitad de las 24 muertes reportadas, la mayoría manifestantes.
Muchos manifestantes exigen la disolución del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía Nacional, pero algunos dicen que no culpan a los agentes individualmente.
"Ellos están recibiendo órdenes del Estado que tienen que cumplir", dijo el estudiante James Romero, de 18 años, que se unió a una multitud que protestaba en la Plaza de Bolívar, en el centro histórico de Bogotá.
Romero denunció que fue golpeado varias veces en la espalda por un oficial del ESMAD que empuñaba un bolillo mientras huía de los enfrentamientos. "(Sentí) miedo, mucho miedo", aseguró el joven.
Minutos después, la policía disparó gases lacrimógenos para dispersar a algunos manifestantes que intentaron entrar a la fuerza a la sede Congreso. Las manifestaciones en el norte de la ciudad, en tanto, fueron pacíficas.
El psicólogo bogotano Benjamín Paba Al-Faro, de 53 años, dijo en declaraciones a Reuters que protestaba por una mejor educación y para garantizar la continuidad del proceso de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC, entre otras razones.
"Aquí no se trata de tumbar una sola ley", dijo.
GOBIERNO DISPUESTO AL DIÁLOGO
El aumento de la pobreza, que se elevó a un 42,5% el año pasado en medio de los confinamientos para contener la propagación del coronavirus, aumentó las históricas desigualdades sociales y destruyó algunos avances recientes en materia de desarrollo en Colombia.
La población que vive en la pobreza aumentó a 21 millones de personas en 2020 y las que están en indigencia a 7.5 millones, informó la semana pasada el Departamento Nacional de Estadísticas.
Duque anunció el martes que su Gobierno creará un espacio para escuchar a los ciudadanos, similar a las propuestas ofrecidas a las organizaciones sociales después de las manifestaciones de 2019 que muchos grupos, incluidos los sindicatos, aseguran que no cumplió.
En una declaración, Duque insistió el miércoles en acusar a las bandas del narcotráfico de estar detrás de los actos de vandalismo y los saqueos, al tiempo que reportó más de 550 detenciones.
"El vandalismo extremo y el terrorismo urbano que estamos observando se encuentra financiado y articulado por mafias del narcotráfico", afirmó el presidente. "Frente a quienes cometan este tipo de delitos no habrá tregua y la sociedad entera los llevará ante la justicia".
El martes, durante la séptima noche de protestas, 30 civiles y 16 policías resultaron heridos en Bogotá, reportó la alcaldía en un comunicado.
Una multitud intentó "quemar vivos" a un grupo de 10 uniformados incendiando una estación de la policía en el sur de la ciudad, de acuerdo con el informe.
Un policía dijo a Reuters que se sentía "decepcionado como ser humano", cuando se le preguntó por el ataque a sus compañeros la noche anterior.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, calificó como "realmente insólito" el nivel de destrucción y de violencia durante la noche.
Las protestas en todo el país dejan hasta ahora por lo menos 24 personas muertas y cientos de heridos, la mayoría en la suroccidental ciudad de Cali, que se convirtió en el epicentro de las manifestaciones con actos de vandalismo, ataques y enfrentamientos entre encapuchados y la policía.
Un informe de la Defensoría del Pueblo señaló al ESMAD de la Policía Nacional de ser "presuntamente responsable" de 11 de las muertes, incluida la de un menor de edad. Sin embargo, los grupos de derechos humanos afirman que la cifra de muertos supera los 30.
Los centros de vacunación contra el COVID-19 en Bogotá se cerraron a las 13.00 hora local (1800 GMT), debido a las protestas. Pese a las manifestaciones, el martes se administraron algo más de 200.000 dosis en todo el país, la cifra diaria más alta desde el inicio de la pandemia
(Reporte de Oliver Griffin, Reporte adicional de Luis Jaime Acosta y Julia Symmes Cobb, Editado por Manuel Farías)
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