Un paso elevado del metro de la Ciudad de México se derrumbó este lunes por la noche, provocando que los vagones de un tren de pasajeros cayeran al suelo y mataran a más de 20 personas, según información gubernamental.
Al menos otras 70 personas resultaron heridas, dijeron las autoridades, y un número desconocido quedó atrapado entre vagones de tren, cables enredados y metal retorcido.
El accidente ocurrió alrededor de las 10.25 pm en la línea 12 del sistema de metro, entre las estaciones de Olivos y Tezonco, en el sureste de la capital mexicana, dijo la agencia de protección civil mexicana en Twitter.
Marcelo Ebrard, ministro de Relaciones Exteriores de México, calificó el accidente como una "terrible tragedia". "Por supuesto, se deben investigar las causas y definir las responsabilidades", agregó. El actual fue quien gobernó la ciudad cuando se terminaron las obras de la polémica Línea 12.
El presentador mexicano Carlos Zúñiga Pérez tuiteó un video del personal de rescate que rescata a los pasajeros heridos de un vagón del metro ayudándolos a bajar de las escaleras.
El Metro de la Ciudad de México, oficialmente llamado Sistema de Transporte Colectivo, advirtió a los residentes que eviten el área. Claudia Sheinbaum, alcaldesa de la Ciudad de México, dijo que estaba en el lugar apoyando al personal de rescate y mencionó el derrumbe de un soporte o trabe.
“Entre las víctimas hay también menores de edad”, ha reconocido Sheinbaum.
Los heridos fueron trasladados a los principales hospitales de la zona, en Tláhuac e Iztapalapa, en el sur de la ciudad. Varios listados provisionales de heridos han sido divulgados en redes sociales de instituciones oficiales.
El sistema de metro de la Ciudad de México, uno de los más grandes del hemisferio, es usado por más de cuatro millones de pasajeros al día.
La línea 12, inaugurada en octubre de 2012, se construyó luego de una histórica inversión de 1.800 millones de dólares para prestar servicio diario a casi medio millón de personas que antes no podían cruzar rápidamente una zona del sureste de la capital. Sin embargo, ya en 2014, tuvo que suspender el servicio en 11 de las 20 estaciones que la conforman por “oscilaciones detectadas en las vías” que podían ocasionar un descarrilamiento.
Durante la gestión del actual canciller Ebrard, entonces como dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la construcción de esta línea se vio envuelta en un escándalo de corrupción que afectó a más de 30 funcionarios.
Cinco años después, en septiembre del 2017, un poderoso terremoto azotó México matando a 94 personas en la Ciudad de México y más de 100 en otros lugares. Como resultado del temblor, parte de la infraestructura elevada en la misma línea de metro resultó dañada, informó en su momento el periódico mexicano El Universal.
Residentes locales le dijeron a El Universal que temían que la infraestructura dañada colapsara. El diario informó en ese momento que una columna entre las estaciones de Olivos y Nopalera había sufrido daños estructurales. También informó que los ingenieros debían realizar un estudio de ultrasonido del acero de refuerzo en 300 columnas a lo largo de la porción elevada de la Línea 12.
A las tres de la madrugada, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, todavía no se había manifestado sobre la peor tragedia de la ciudad en años.
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