Los congresistas republicanos, Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar presentarán un proyecto de ley bipartidista que propone que las entrevistas para el Programa de Reunificación Familiar (CFRP) se realicen en la Base Naval de Guantánamo.
"Nosotros pensamos que estos cubanos y sus familiares está en un limbo completamente inaceptable", dijo en rueda de prensa Díaz-Balart antes de anunciar que este martes presentarán una legislación destinada a tratar un tema que calificó de "extremadamente importante".
"La mejor forma es permitir que los cubanos continúen el proceso desde el interior", subrayó el congresista cubanoamericano, quien aprovechó para agradecer los aportes al anteproyecto de la congresista demócrata, Stephanie Murphy.
"Obviamente quiero agradecer también el liderazgo, la pasión, la forma en que ayudó a este proceso mi colega María Elvira Salazar, y también a nuestro colega, Carlos Giménez", añadió.
La legislación codifica que un cubano nacionalizado o residente permanente en Estados Unidos pueda aplicar para que un miembro de su familia reciba el parole.
El proyecto recoge que solo podrían entrar a instalaciones de la Base Naval quienes ya tengan una entrevista confirmada. La ley brinda apoyo, además, al gobierno estadounidense para preseleccionar a las personas que ellos consideren que pueden entrar a la Base.
Esto permitiría "una forma ordenada y segura para que los cubanos puedan tramitar sus solicitudes desde la isla", indicó el congresista republicano, quien subrayó que no es posible "solicitar asilo en la Base Naval. No es una puerta de entrada".
El comandante de la estación naval podría cancelar el servicio si considera que le está creando problemas en la instalación o que hay riesgos para la Seguridad Nacional de Estados Unidos.
“La realidad es que este es un problema espantoso para la familia cubana. Hay 22 mil casos de reunificación familiar pendientes y más de 100 mil casos de visas pendientes", dijo por su parte María Elvira Salazar, quien calificó de "solución salomónica" y de "idea extraordinaria" la propuesta que incluye el proyecto de ley.
"¡El que tiene el desafío es el régimen castrista, que permita que ese territorio se abra para que todo el papeleo consular se conduzca. Es imposible volver a abrir la embajada norteamericana como quisiera el régimen porque en el tiempo de Obama, cuando supuestamente el régimen estaba mucho más cerca de un gobierno norteamericano, hicieron un ataque impensable, dejaron con daño cerebral permanente a muchos funcionarios norteamericanos", subrayó la congresista.
Salazar indicó que "Estados Unidos no quiere que la familia cubana siga sufriendo y a la misma vez no pueden poner a su personal en peligro”.
Debido al llamado “síndrome de La Habana” -como se conoce a los incidentes que afectaron a una veintena de diplomáticos estadounidenses y sus familiares desde finales de 2016- la administración Trump retiró el 60 por ciento de su personal diplomático, lo que paralizó la casi totalidad de las operaciones en el Consulado de EE.UU. en Cuba.
Desde entonces, los cubanos solicitantes de visados y los familiares con reclamaciones aprobadas para emigrar a EE.UU., han tenido que viajar a un tercer país para realizar sus trámites, lo que supone cuantiosos gastos para las familias y dificultades de movilidad.
Los casos de reunificación familiar se han visto obligados a viajar primero a Colombia y luego a Guyana para completar sus procesos migratorios. La pandemia de coronavirus y el cierre de fronteras en varios países agravó la situación.
En Miami, personas con sus familiares en proceso de reclamación se han movilizado en las redes sociales y en manifestaciones públicas para pedir la reapertura de los servicios en la embajada de La Habana. La más reciente protesta unió a decenas de familiares cubanos frente al Parque del Dominó, en la Calle Ocho, a finales de febrero.
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