La historiadora de arte y activista cubana, Carolina Barrero, denunció que agentes de la Seguridad del Estado se presentaron en los bajos de su edificio para solicitar hablar con ella.
"Abajo de mi casa está la SE tocándome la puerta. Quieren que baje, ha venido a decirme la vecina. Yo no tengo nada que hablar con la SE. Ellos lo saben. Si quieren sacarme de aquí van a tener que hacerlo a la fuerza, allanando un domicilio, como hicieron ayer con Luis y Afrika", dijo Barrero en la red social Facebook.
La activista ha estado denunciado en los últimos días los constantes acosas a los que la somete la Seguridad del Estado, que la ha mantenido detenida en su domicilio.
"Día, tarde, noche, madrugada. Ahí está la patrulla, el policía de azul, la policía militarizada y el agente de la SE. Cada cierto tiempo pasa otra patrulla que hace la ronda nocturna, se queda un rato, luego sigue. Tiran las puertas de los carros y miran constantemente a mi balcón. No les basta con el toque de queda, con la precinta amarilla que desde hace tres semanas tengo en la puerta de mi edificio. Tanto prisma para una muchacha sola que toma té y lee libros en la azotea. Que peligro eso. Han perdido la cabeza, todas las papeletas", dijo.
La policía política cubana ha arreciado la represión y el control a activistas, artistas y periodistas independientes desde que comenzara a acercarse la fecha del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que ha estado teniendo lugar del 16 al 19 de abril.
El artista cubano Luis Manuel Otero fue detenido violentamente esta mañana en su casa que funge como sede del Movimiento San Isidro, y le robaron sus obras de arte.
Ahora el artista ha comunicado que saldrá de su casa a las 4 p.m. y no volverá hasta que sus obras sean devueltas y el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel pida disculpas.
Sobre el allanamiento al domicilio de Alcántara y el decomiso de sus obras dijo Carolina Barrero: "El garrote vil con que ayer se amordazaba Luis, es la asfixia represiva del régimen hecha forma; su performance un círculo perfecto, un espejo de agua intolerable para quienes se reconocen en su reflejo. Cuando hace unos minutos hablé con Luis, escuché la voz de un hombre determinado a no permanecer más en la opresión, a llegar hasta las últimas consecuencias. Era el tono de la entrega. Si a las cuatro de la tarde no le devuelven sus obras saldrá de Damas 955 rumbo a esa libertad".
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