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El periodista Héctor Valdés Cocho denunció este jueves que se encuentra sitiado e impedido de salir de su casa por la seguridad del Estado y cuestionó a las organizaciones de Derechos Humanos por callar lo que sucede en Cuba.
“Ya esto es el colmo de la estupidez, la anormalidad hecha persona, el descaro que les da al pecho, la insensatez, la incompetencia, el cinismo y todos los peores calificativos que pueda encontrar se quedan cortos para describir a estos seres patéticos", dijo Valdés Cocho en referencia a los agentes.
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El reportero, que ha sido sitiado e incluso detenido en otras ocasiones se mostró indignado por el “atropello” que representa que “cada vez que se huelen algo, impiden salir de sus casas a cuanta persona represente un "peligro" para ustedes”, agregó dirigiéndose a las autoridades.
“¿¡Hasta cuando las casas en Cuba van a ser calabozos para aquellos que disienten!?", cuestionó Valdés Cocho, quien dijo no entender “qué hacen las organizaciones internacionales que defienden los derechos humanos que no miran lo que diariamente pasa en Cuba”.
El reportero de ADNCuba hizo referencia a la represión policial en Cuba: “Esto es un abuso cada día que pasa; personas son golpeadas, amenazadas, encarceladas, vigiladas y todo pasa como si nada. Esto es inhumano, esto es reprochable, esto es un asco de sistema que tiene que ser extirpado como la peor de las células cancerígenas”.
En una publicación más reciente, Valdés se dirige a la Alta Comisionada de Derechos Humanos ante la ONU, Michelle Bachelet, ¿“por qué rayos no miras las violaciones de derechos humanos que Cuba comete día a día contra las personas que disienten?”
El pasado 4 de abril, el periodista denunció otro sitio policial en los alrededores de su vivienda en La Habana, tras declarar que comenzaría un ayuno de 72 horas en apoyo a los huelguistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
En un video filmado por la madre del reportero mientras este intentaba salir de su casa, y compartido hace unos días en redes sociales, se observa como el carro de patrulla y un oficial de la seguridad del Estado apostados en las esquinas, salen al encuentro de Valdés y se lo llevan detenido.
Además de Valdés, la reportera de CiberCuba Iliana Hernández lleva una semana bajo vigilancia policial en su casa. “Hoy se cumplen 7 días de extrema vigilancia, más de dos patrullas diarias y 10 o 12 efectivos para mi sola, no pensé nunca que podría ser tan peligrosa como para que esta mafia que ha secuestrado el país me tuviera tanto miedo”, dijo la reportera.
Hernández ha sido detenida, golpeada y víctima de actos de repudio y cortes a su servicio de internet y de telefonía. Todas son prácticas de la Seguridad de Estado en contubernio con el gigante de las comunicaciones cubanas ETECSA a la que apela con frecuencia el régimen de la Habana para impedir a los activistas y periodistas el acceso a la información y la comunicación. El 9 de abril, Hernández denunció que fue multada por “escándalo público” tras reclamar su detención arbitraria mientras paseaba por la Habana Vieja.
También, el opositor Yoel Bravo López, líder del Movimiento Juventud Despierta, se encuentra sitiado, con efectivos de la Policía en las inmediaciones de su vivienda, según denunció en su perfil de Facebook.
El 11 de abril, el líder del Movimiento San Isidro Luis Manuel Otero Alcántara publicaba en sus redes unas fotos de agentes apostados en las proximidades de su casa en la barriada de La Habana Vieja. "Hoy se cumple una semana de estar sitiado y en prisión domiciliaria sin un delito, ni fiscal alguno me ha dado una orden judicial", precisaba el artista en un texto que acompañaba las imágenes.
Recientemente la periodista de 14yMedio, Luz Escobar, fue una vez más sujeta a esta suerte de arresto domiciliario, al que recurren las autoridades sin motivo aparente ni causa jurídica pendiente que lo justifique, y hace menos de una semana el biólogo y activista Oscar Casanella reportó encontrarse impedido de salir de su hogar.
Ambos, Escobar y Casanella tienen niños pequeños que sufren el aislamiento de sus padres y a los que también se les priva de la libertad de movimiento. Cuatro días antes, cuando intentaba salir a la calle para dar un paseo con su esposa y su hijo fue detenido en la puerta de su casa.
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