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Luis Robles Elizastigui, el joven cubano que exhibió un cartel en una calle peatonal de La Habana pidiendo la liberación de Denís Solís ha sido acusado por los delitos de "propaganda enemiga y de resistencia", informó su hermano Landy Fernández Elizastigui en Facebook.
Robles, quien fuera declarado preso político por la organización Prisoners Defenders en enero, se enfrenta a una condena de 1 a 8 años de privación de libertad por el delito de "propaganda enemiga” y de “tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas”, por el de "resistencia", según los artículos 103 y 143 de la Ley No. 62 Código Penal vigente.
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“Ya no saben qué hacer.. No tienen nada para justificar el encarcelamiento de Luis Robles... Primero: Otros Actos vs Seguridad del Estado. Ahora: Propaganda Enemiga y Resistencia”, escribió el hermano en la citada red social.
En su publicación Fernández Elizastigui advierte la contradicción entre el articulado del Código Penal, que pena la incitación y propaganda para “causar alarma o descontento en la población, o desorden público”, y el reconocimiento, respeto y garantías constitucionales de “la libertad de pensamiento, conciencia y expresión”, según el artículo 54 de la Carta Magna.
“Acaben de liberar a Luis Robles que no tienen nada contra él.... Porque nada de lo que él hizo se puede llamar delito. Solo ejercía su derecho como ciudadano que es. Libertad Para Luis Robles Elizastigui”, sentenció .
La curadora y activista Anamely Ramos también se manifestó en defensa del joven: “Luis Robles lleva varios meses preso sin juicio y sometido a malos tratos y castigos. Lo nuevo es que revisaron su expediente y ahora quieren acusarlo de Propaganda enemiga y Resistencia. Todos vimos el video de la detención de Robles y no hubo confrontación de su parte en el arresto”, dijo en la misma red social.
La activista advirtió sobre la intención del Estado cubano de “criminalizar la protesta pacífica y realizar actos ejemplarizantes como este para impedir que más jóvenes se manifiesten”.
Luis Robles fue arrestado el 5 de diciembre de 2020 mientras caminaba por el Boulevard de San Rafael, en el centro de La Habana, con un cartel pidiendo libertad para el rapero Denis Solís y el fin de la represión en Cuba. Varios transeúntes salieron en su defensa para impedir su arresto por parte de la Policía.
Desde entonces, el joven de 28 años ha sido privado de libertad únicamente por motivos de conciencia. El proceso judicial en su caso ha estado plagado de inconsistencias y carece de basamento jurídico.
El día 17 del propio mes, los familiares de Robles recibieron notificación de la orden de prisión provisional en contra del joven y la acusación inicial de incurrir en "actos contra la Seguridad del Estado", según informó a CiberCuba en aquel momento el abogado Santiago Alpízar.
Recientemente Robles denunció que la Seguridad del Estado le había propuesto que trabaje para ellos, a lo que respondió: “No estoy dispuesto a negociar mis principios y estoy dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario hasta que se haga justicia”.
En todo este tiempo, el joven ha sido sometido a presiones y violaciones de sus derechos. Ha estado en confinamiento en celdas de castigo, le han negado atención médica y le fue prohibida la comunicación con sus familiares, según denuncias de él mismo y de sus allegados.
En marzo, la administración de Joe Biden pidió públicamente la liberación de Luis Robles. "La libertad de expresión es un derecho humano. Nadie debería ser encarcelado por llevar un cartel", señaló la secretaria adjunta interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Julie Chung.
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