Una cubana relató una difícil experiencia vivida con su padre el pasado fin de semana en el hospital Miguel Enríquez, en La Habana, en lo que resumió como una mezcla de “falta de recursos y de humanidad”.
“Anoche fue por mucho una de las noches más duras de mi vida. Todo el que ha tenido un familiar enfermo en el hospital Miguel Enríquez, de La Habana, comprenderá mi sentir”, explicó Daniela Rojo en Facebook.
Precisó que su padre sufrió un accidente cerebrovascular y que, tras ser llevado por unos vecinos a un policlínico cercano, fue remitido al citado centro hospitalario, conocido popularmente como "La Benéfica".
La mujer explica que al llegar ella al hospital encontró a su padre "sin camisa y sin zapatos, tirado en una camilla que más parecía una mesa de operación por lo dura, sin ni siquiera una sábana encima, sin más atención que una sonda puesta”, que además estaba “estaba desconectada y derramando orine en el suelo”.
“Rápidamente alcé mi voz para llamar a los responsables de aquella inhumanidad”, añade la denunciante, quien indica que al oír su “tono airado”, sus exigencias fueron respondidas con rapidez.
“Por supuesto que no dejé de lanzar ciertos improperios nada decentes contra ciertos políticos que afirman que Cuba es una potencia médica”, añade la mujer, que precisa que su padre se recuperó y que ya fue dado de alta.
“Déjenme decirles que mi padre (en contraposición conmigo) es uno de los comunistas más acérrimos que conozco y estoy segura que uno de los defensores más fieles de la revolución” -aclaró Rojo- quien concluye que al parecer “ni los más fieles revolucionarios se salvan de la barbarie del castrismo”.
La denunciante explicó que un enfermero le dijo que "los hospitales están colapsados" porque solo atienden pacientes regulares el Miguel Enríquez y el Calixto García, pues el resto de centros hospitalarios son para casos de coronavirus.
En los comentarios a su publicación, la mujer se refirió a otro caso del que fue testigo: "un viejito sin acompañante que se orinaba y defecaba encima. Así lo tuvieron toda la noche. Deshidratado y con el único tratamiento de una bolsa de suero. En la mañana le doné una muda de ropa a un hermano suyo que apareció, e intercedí con la doctora. Aquello partía el alma en mil".
La pésima situación de la salud pública cubana, en la que se conjuga la escasez y la desidia, es una queja recurrente en redes sociales en los últimos años, donde abundan las denuncias sobre todo por la falta de medicamentos, la deficitaria higiene y también las frecuentes negligencias médicas.
Uno de los doctores que más ha denunciado los problemas de la sanidad cubana es el doctor Alexander Pupo Casas, quien opina que "Cuba es un país con muchos médicos, pero no es una potencia médica".
El doctor Pupo Casas narró que tras su experiencia como profesional de la salud en la isla reunió suficientes argumentos como para desterrar de su discurso los efectos de décadas de adoctrinamiento, que han hecho pensar que Cuba es una potencia médica, lo que califica de "otra de las tantas mentiras que hemos aprendido a repetir como cotorras".
La actriz cubana Lynn Cruz, cuyo padre falleció recientemente tras varios días ingresado en el hospital "Faustino Pérez", de Matanzas, escribió a comienzos de este mes una Carta Abierta al Ministro cubano de Salud, José Ángel Portal Miranda, en la que denunció la deficiente atención médica que estaba recibiendo su padre en el hospital provincial.
Cruz denunció que su padre fue atendido en una "sala improvisada de Terapia Intensiva" y no en el área especializada que le correspondía según su situación médica. Había ingresado en el hospital a finales de marzo con un cuadro de cardiopatía descompensada, presentaba además signos de neumonía y había estado en contacto con pacientes sospechosos de COVID-19. En ese caso, el padre de la actriz era un veterano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que sirvió en misiones militares en África.
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