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El joven cubano Manuel de la Cruz, que da vida al payaso Desparpajo y es una de las nuevas víctimas de acoso e intimidación de la Seguridad del Estado, dejó claro que no acudirá de manera voluntaria a ninguna otra citación, luego de que lo sometieran a nueve horas de un interrogatorio cargado de amenazas.
De la Cruz, que ha sido detenido dos veces, multado y expulsado de su trabajo luego de ofrecerse a participar en una fiesta infantil que organizó el pasado fin de semana el Movimiento San Isidro, aseguró que el proceso del interrogatorio es "de todo menos ingenuo, inocente y cordial".
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Según el artista, es un interrogatorio que pasa por diferentes fases: "Primero, intentan hacerte creer que quieren tu bien, que quieren ayudarte, que están de tu lado; de ahí, pasan a la intimidación y las amenazas con todo tipo de causas, en mi caso me amenazaron con prisión, con Villa Marista, con que mi familia va a padecer las consecuencias de mis actos criminales".
Además, explicó que lo amenazaron también con torturas psicológicas, como dejarlo toda la noche en la sala de interrogatorios y que uno de los oficiales "va a venir cada una hora a atormentarte porque tú no eres más fuerte que nosotros".
De la Cruz también señaló que cuando llegó a la unidad y preguntó por el mayor de la Policía del Cotorro que había firmado su citación, este no tenía "ni idea" de por qué lo habían citado: "Lo primero que hay que resaltar, la Seguridad del Estado maneja a la PNR a su antojo".
En cuanto a su reciente expulsión como profesor en un preuniversitario, Manuel contó que se contradijeron durante el interrogatorio: una vez le dijeron que la Seguridad del Estado no manda en eso, que había sido decisión de un comité de expertos; y otra, que se iban a encargar de decir en el Ministerio de Educación que él más nunca podría pisar una escuela en Cuba.
Entre las amenazas, también estuvo la de un acto de repudio en su barrio, una práctica de intimidación que la policía política ha arreciado en el último año. Además, le propusieron ayudarlo a salir del país, otra práctica habitual de la Seguridad del Estado para quitarse de encima a los disidentes.
"Cuando la Seguridad del Estado organice, tal y como ayer me lo prometió, un acto de repudio para mí en mi barrio, me voy a disfrazar y voy a sacar a Desparpajo. A una payasada, otra, pero de verdad, original, y de buena calidad", advirtió en sus redes sociales.
"Cuídate de lo que vas a decir, cuídate de una directa y de los detalles que tú des, porque nos vamos a volver a ver las caras", fue la amenaza final del interrogatorio.
De la Cruz, que describió su última detención como "horas de tormento psicológico", dijo que también le hicieron una visita a su mamá para "ponerle la cabeza mala".
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