El activista y miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Joel Acosta Gámez, fue hospitalizado luego de presentar serios problemas de salud, entre ellos pérdida de la conciencia y problemas renales.
Acosta Gámez es paciente de VIH y vive en Baracoa, Guantánamo. Después de 13 días de huelga de hambre, tuvo que ser enviado a un hospital tras sufrir pérdida de la conciencia, debilidad, decaimiento, dolor renal, dolor estomacal, dolor de cabeza, vómitos, pérdida del equilibrio, pérdida de peso y pulso muy bajo, según contó a CiberCuba Nelva Ismarays Ortega, doctora, activista y esposa del líder de UNPACU, José Daniel Ferrer.
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"En estos momentos no sabemos lo que está pasando porque lo tienen incomunicado", acotó Nelva.
Joel Acosta es pareja de Alisanna Lores Furones, también paciente de VIH y hospitalizada hace tres días luego de presentar mareos, náuseas, desmayos, cefalea, dolor en las articulaciones, pérdida del equilibrio y del peso, y fiebre debido a una sepsis que desarrolló por forúnculos en la piel, para los cuales las autoridades de Baracoa le han dicho que no hay antibióticos.
Además de Joel y Alisanna, están delicados de salud la familia Miranda Leyva, en Holguín, que tienen fuertes dolores en el pecho, dolor de cabeza, renal y estomacal, palpitaciones, calambres, náuseas, vómitos, pérdida del equilibrio y el peso. No han recibido asistencia médica, refiere Nelva Ortega.
José Daniel Ferrer, luego de 20 días en huelga de hambre, presenta decaimiento, dolores renales y estomacales, mareos, pérdida del equilibrio y sensación de vómitos.
"En general nos preocupan todos nuestros hermanos en huelga, pero estos casos son los más alarmantes por el gran deterioro que han sufrido", apuntó Ortega.
En total, se mantienen en huelga 25 miembros de UNPACU, 24 en Cuba y una en Brasil, de ellos cinco son mujeres y para muchos hoy es el vigésimo día en huelga de hambre; otros han tenido que deponer por el delicado estado de salud.
La huelga comenzó luego del cerco policial persistente en la principal sede de UNPACU en el reparto santiaguero de Altamira, donde llevan a cabo un proyecto humanitario para ayudar con comida y medicinas a personas necesitadas en la comunidad.
A pesar de los 20 días de huelga y el deterioro de varios huelguistas, el cerco policial permanece, así como las detenciones de quienes intentan llegar a la sede.
Nelva destacó que "la UNPACU va a mantener su huelga como protesta mientras estén el cerco y la represión".
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