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A dos años de la muerte en Miami de un cubano tras ser golpeado por el actor mexicano Pablo Lyle, la pareja del fallecido continúa pidiendo justicia.
"Solo Dios me da la fuerza para seguir adelante y mis hijos", dijo a Telemundo Mercedes Arce, viuda de Juan Ricardo Hernández.
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"Era muy devoto de Santa Bárbara", añadió con tristeza la mujer, quien dejó flores y una vela en el lugar donde Lyle le dio un puñetazo en la cara a Hernández el 31 de marzo de 2019, tras discutir por una infracción de tráfico.
"Los fines de semana siempre venía con 12 rosas rojas y él era devoto de la Santa Bárbara", precisó en el programa Suelta la sopa.
Arce agradeció a los trabajadores de la gasolinera frente a la cual ocurrió el incidente, por haber dado su testimonio a la policía durante la investigación.
También colocó una señal de recuerdo a su compañero en la que pide a los choferes que manejen con cuidado.
"Solamente recordarlo, siempre está en mi corazón, siempre me levanto y me acuesto con él en mi pensamiento. Me gustaría que quede en el recuerdo de todo el mundo, para que sepan lo que sucedió", agregó.
Juan Ricardo Hernández tenía 63 años cuando murió en el hospital Jackson Memorial debido a una hemorragia cerebral, tras permanecer varios días inconsciente e intubado.
El fatídico día de la agresión, Pablo Lyle y su familia se dirigían al aeropuerto de Miami para viajar a México, pero en la prisa por llegar se atravesaron en la vía y obstruyeron el paso del carro que conducía el cubano.
Este les reclamó y en respuesta el actor se bajó del auto y le dio un piñazo en el rostro que lo dejó inconsciente. Lyle y sus familiares se fueron del lugar dejándolo tirado en la calle.
Dos años después, su mujer continúa devastada por la tragedia. Asegura que en este tiempo ha estado hospitalizada muchas veces y que no ha podido volver a trabajar.
"Boto sangre cuando me golpeo los brazos, y a todos nos dañó. Su pobre viejita, su mamá, que está en Cuba", relató.
"Nos íbamos a casar ese viernes, y todo se quedó", recordó, al mostrar el anillo de compromiso que le había regalado su prometido.
Ahora su principal preocupación es que se celebre el juicio, el cual fue aplazado del 15 de marzo al 7 de junio a pedido del abogado de Lyle, quien como estrategia de defensa afirma que el actor actuó en defensa propia.
"Todavía estoy pidiendo por la justicia divina, que es la de Dios, que sin Dios nada se puede", subrayó Arce.
La mujer aseguró que ella y su familia estarán presentes en el juicio contra Pablo Lyle. El actor de 32 años podría cumplir una condena de entre 5 y 15 años de prisión si es declarado culpable.
"Los hechos hablan solos", dijo, en referencia al alegato de defensa propia del acusado.
"Dios tiene la última palabra", concluyó.
El próximo 27 de mayo se efectuará una audiencia para verificar el estatus del caso y confirmar si las partes están listas para iniciar la vista oral.
Lyle fue detenido en el aeropuerto de Miami el mismo día de los hechos. Fue acusado de agresión y liberado bajo una fianza de 5.000 dólares.
El actor vive en la casa de su hermana en Miami y lleva un monitor GPS en el tobillo. No está autorizado a trabajar en Estados Unidos.
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