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Las imágenes de una moto triciclo hecha a mano rodando por calles cubanas fueron compartidas el sábado en redes sociales, dando muestras del ingenio de los nacidos en la isla ante las constantes dificultades que se les imponen.
“Miren esto fabricado en Cuba y después dicen que existe el bloqueo”, dice en tono jocoso el usuario que compartió las instantáneas del vehículo con improvisaciones en el grupo “Amigos del Motor” de Facebook.
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“Lo vi el otro día por Boyeros y anda súper bien”, elogió otro internauta en los comentarios. “Casualmente resulta que entre las actividades que no se pueden hacer se encuentra fabricar vehículos, y ahora les dejo la pregunta: ¿Qué bloqueo es el que más jode al cubano?”, señala un tercer usuario.
En un país donde los precios de cualquier medio de transporte alcanzan cifras astronómicas, es común que de vez en cuando surja alguna “creación” con tal de paliar uno de los mayores problemas que enfrentan los cubanos a diario: La movilidad.
El gobierno ha incrementado la producción doméstica de triciclos y bicicletas eléctricos para venderlos en las tiendas en dólares, habilitadas con el objetivo de recaudar divisas ante el declive del turismo internacional, pero se trata de una moneda que solo una parte de la población obtiene, mayormente por concepto de remesas familiares desde el exterior.
En 2015, mucho antes de que la pandemia apretara más la economía de las familias en la isla, se compartieron las imágenes de un pequeño auto FIAT 126p, conocido popularmente como “polaquito”, al que se le transformó en una espaciosa camioneta.
Recientemente este año, también trascendió la noticia de un cubano de 70 años, ingeniero mecánico, que fabricó con sus propias manos una avioneta biplaza de motor, luego de recibir en 2012 el permiso de la Aeronáutica Civil para construir la aeronave. Para tal empresa contó con el apoyo de sus hijos en el extranjero, quienes le ayudaron a adquirir manuales y piezas necesarios.
No obstante, la imaginación de los cubanos, que muchas veces aflora a partir de la necesidad, no se limita a los medios de transporte. Regresando a 2019, queda como muestra la iniciativa de un grupo de vecinos residentes en el poblado “El Infernal”, en Pinar del Río, quienes convirtieron la carreta de un tractor en una piscina móvil.
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