Ariel Ruiz Urquiola denuncia su “infierno” en Cuba en misiva dirigida a los congresistas estadounidense

Ruiz Urquiola envió su misiva “ante el probable retorno a las 'negociaciones' entre los gobiernos de Cuba y EE.UU.”, las cuales considera “fallidas por el irrespeto a los DD.HH.”

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Este artículo es de hace 3 años

El científico y opositor cubano Ariel Ruiz Urquiola remitió, a través de la exembajadora en La Habana, Mara Tekach, una carta de denuncia contra el “(des)gobierno” cubano dirigida a los legisladores de Estados Unidos.

Ruiz Urquiola —un Doctor en Ciencias Biológicas expulsado en 2016 de la Universidad de La Habana, y encarcelado en 2018, cuando protagonizó una huelga de hambre— envió su misiva “ante el probable retorno a las 'negociaciones' entre los gobiernos de Cuba y EE.UU.”, las cuales considera “fallidas por el irrespeto a los DD.HH. y absolutamente la castración de todas las libertades del ser humano en Cuba”.


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Publicado este miércoles por el Laboratorio Cubano de Derechos Humanos, el texto persigue, según su autor, dos objetivos principales: “que ustedes como congresistas americanos tengan ilustrado grosso modo el accionar criminal de la dictadura cubana que desgobierna a mi país desde 1959”, e “instar a las víctimas directas de la familia Castro y su desgobierno que ilustren sus casos, por dolorosos que sean, ante ustedes”.

“Ustedes deben conocer que dialogar o negociar con el (des)gobierno cubano al margen de la sociedad civil cubana dentro y fuera del archipiélago, y del apego a la Declaración Universal de los DD.HH., significaría energizar el crimen organizado de la familia Castro, sus secuaces como Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, y a sus militares y paramilitares…”, escribió Ruiz Urquiola, quien además relató largamente su “odisea” personal en Cuba.

“Para la dictadura y su (des)gobierno debería existir un camino en el escenario multilateral”, estableció el opositor, quien dijo haber interpuesto “una denuncia legal” contra las autoridades cubanas por haber usado a mediados de 2018 “un arma biotecnológica a través de la inoculación de una cepa altamente mutagénica de HIV en una inyección de dextrosa concentrada”.

Según Ruiz Urquiola, le habrían inoculado el virus que causa el Sida, junto con la dextrosa administrada contra su voluntad y” haciendo uso del abuso de poder”, durante el noveno día de su huelga de hambre para alcanzar por sí mismo la “libertad o liberación de la ignominia de la prisión política”.

El biólogo —que ha trabajado para el Museo de Historia Natural de Berlín – Universidad Humboldt— informo a los congresistas que ha tramitado lo que considera un “crimen de lesa humanidad” a través de la Sociedad Internacional para los DD.HH. (Frankfurt) y el gabinete de abogados Gibson & Dunn: “está en manos de cinco relatores de DD.HH. de la ONU y en espera de su veredicto”, apuntó.

Ariel Ruiz Urquiola repasó para los legisladores norteamericanos los intentos de expulsión, y su despido, al fin y al cabo, por parte de la burocracia universitaria, tal como le sucedería tiempo después a su hermana, Omara Ruiz Urquiola, profesora en el Instituto de Diseño de La Habana.

De igual manera, el investigador describió los días en que decidió hacerse un simple campesino en la Sierra del Infierno en Viñales, Pinar del Río, donde se empeñó en habilitar una finca agroecológica, hasta que, según ha denunciado una y otra vez, comenzó a sufrir acoso de agentes locales y de la “seguridad del Estado”.

Ello se sumaba —de acuerdo con la profusa relatoría de esta misiva— a episodios de “intimidación” contra su hermana, paciente oncológica, con el objetivo de “romper su activismo”. Hasta el punto —asegura Ruiz Urquiola— de la “tortura médica” mediante el presunto agotamiento de “la inmunoterapia y en particular el anticuerpo monoclonal Pertuzumab”.

Fue entonces cuando los desencuentros en su finca se precipitaron en una denuncia por “desacato” a la autoridad (del cuerpo de guardabosques) que terminó con el científico encarcelado, y muy pronto en huelga de hambre hasta su liberación.

“De todos los pasajes descriptos en una odisea en la que se ha convertido mi vida y la de mi familia para sobrevivir en Cuba poseo documentos probatorios, evidencias, testimonios, así como identificaciones de los secuaces miembros también del Partido Comunista de Cuba (algunos emigrados a los EE.UU.) que han formado parte de este arduo camino marcado por el crimen organizado del (des)gobierno cubano”, sostiene Ruiz Urquiola.

“Estos documentos”, asegura, “también están en manos de organizaciones defensoras de los DD.HH. y a disposición para ser estudiados por cualquier corte internacional de justicia”.

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