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El periodista independiente cubano Jorge Enrique Rodríguez respondió a los comentarios que lanzara el exespía René González sobre la periodista Karla Pérez, a quien las autoridades de la isla le han prohibido entrar al país.
“René: por tus acciones de espionaje en territorio estadounidense, murieron personas. Me importa un pepino las opiniones que el régimen de #Cuba tuviese [y tiene] sobre esas personas que murieron a consecuencia de tu espionaje en territorio extranjero. Eran personas. Eran vidas, y punto”, comienza su contestación el periodista.
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Jorge Enrique Rodríguez alude a la condena de 15 años que cumpliera González por sus labores de espionaje para el régimen cubano en suelo norteamericano. A la Red Avispa, grupo al cual pertenecía, le acreditan el derribo de dos avionetas de Hermanos al Rescate por parte de la armada cubana. En el incidente fallecieron 4 civiles. Aún se discute si el ataque ocurrió en aguas internacionales o dentro del espacio aéreo cubano.
“René: a consecuencia de la libertad de expresión que Karly ejerce [en todo su derecho amparado en la Carta Universal de los #DerechosHumanos y la Constitución cubana] no ha muerto una sola persona, no han estallado bombas, no se han derribado avionetas, no han encarcelado arbitrariamente, ni han desterrado a persona alguna”, continúa el reportero.
“No sea usted hipócrita ni mezquino. Usted no es un héroe. Usted sí es un espía. Usted, René González, no tiene potestad moral para hablar de Karly ni de ningún otro cubano que lleva la dignidad y la verdad en el corazón. Guarde y mida sus palabras, pues como dice Orula: el perro tiene cuatro patas y un solo camino. Coja la seña”, concluye la publicación de Rodríguez en la red social Facebook.
El pasado 21 de marzo, a propósito de la prohibición de entrada al país para Karla Pérez por sus posturas ideológicas contrarias al oficialismo, el exespía esbozó una serie de razones por las cuales cree que debería no sólo negarse la entrada a la joven sino enjuiciar a todo aquel que “sirva de instrumento ante ataques criminales de los Estados Unidos contra Cuba” a través de golpes blandos como activismo, ejercicio de la prensa independiente, creación autónoma y contestataria, etc.
René González, entre las muchas analogías empleadas en su publicación, comparó a Karla Pérez con un vocero de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Karla María Pérez fue expulsada de la Universidad de Las Villas, al centro de Cuba, hace cuatros por sus posturas ideológicas contrarias al gobierno de Cuba. Bajo la noción de que “las universidades son para los revolucionarios”, concepto ochentero que provocó la expulsión de las aulas a centenares de cubanos, la directiva de la casa de altos estudios decidió echar a la joven de 18 años de la carrera de periodismo.
Tras cuatro años de estudio en Costa Rica, país que le ofreció una beca donde culminar su carrera, la joven decidió retornar a su país de origen, donde permanece su familia. Luego de gestiones a través de la misión diplomática de Cuba en el país centroamericano, la actualización de sus documentos de viaje, el pago correspondiente a la prórroga de su pasaporte, la reserva de un hotel en la isla donde realizar su cuarentena y las medidas sanitarias que el gobierno cubano exige presentar una vez que se acceda a sus aeropuertos, se le notificó a Pérez que las autoridades migratorias en Cuba no le permitían la entrada al país. La notificación ocurrió durante una escala de la joven en Panamá.
En tierra de nadie, sin residencia o visa costarricense, sin visa panameña y sin poder entrar a su país, Karla no tuvo más opción que comprar nuevamente un boleto de avión al país tico, donde pedirá asilo político al gobierno de Carlos Alvarado.
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