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Una anciana cubana que vive junto a un edificio en peligro de derrumbe denunció que el Estado no da respuesta a su caso. La mujer se cuestiona si las autoridades están esperando a que ella y su esposo mueran víctimas del colapso del edificio.
María Caridad Liborio Lima, de 74 años ofreció una entrevista a Cubanet en la que explica que lleva semanas denunciando el peligro al que están expuestos ella y su familia por el riesgo a que se desplome un edificio en ruinas junto a su casa.
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María es vecina de calle Aponte, esquina Misión, en La Habana Vieja. Los conflictos comenzaron en febrero cuando se desplomó parte del techo del edificio que colinda con su casa.
El colapso de ese fragmento de la edificación originó en casa de María roturas serias en el patio de servicio y en las tuberías de agua. Afortunadamente no había nadie en esa zona de la vivienda al momento del derrumbe.
La casa que está en ruinas se declaró como proyecto de demolición desde la década de 1980. El riesgo de que se venga abajo y caiga sobre el hogar de María y su familia es cada vez mayor, pero las autoridades no actúan, y argumentan que "hay casos peores".
"Le dije a la compañera (de vivienda) ubíqueme y me voy a un albergue, a un local temporal hasta que ustedes hagan su proceso de demolición y me dijo: `No tenemos nada para nadie. Hay casos peores que el tuyo´", cuenta María.
La única acción hecha por las autoridades de Vivienda ha sido un apuntalamiento para proteger el techo en caso de desplome del edificio colindante.
“Me dijeron que la grúa venía a hacer la empalizada para proteger mi techo y no ha venido para nada. La altura que tiene el edificio, si se desploma sobre eso (el apuntalamiento), daño tiene que hacer, o matarnos. No podemos dormir arriba (en la planta donde están los cuartos) porque estamos con miedo que nos caiga arriba y nos aplaste”, indicó la anciana.
La Empresa Constructora SECOM es la responsable de demoler la edificación y poner fin a esta historia de angustia y peligro. Sin embargo, no dan respuesta al asunto y como pretexto han informado que no tienen combustible para el funcionamiento de la grúa encargada de la demolición.
“Está en juego la vida de tres personas y la de los que pasan por la calle porque ahí juegan niños, que a veces tenemos que estar llamándoles la atención para que se quiten de ahí”, narró esta cubana que sufre afecciones de salud crónicas y problemas de movilidad.
No es la primera vez que María denuncia su caso en la prensa independiente cubana. Cubanet les dedicó un artículo en febrero, a raíz del desplome que afectó el patio de la vivienda. Esto ayudó a que se agilizaran las labores de apuntalamiento, pero una vez más SECOM dejó sin terminar el trabajo.
"Me siento muy mal, muy frustrada, disgustada, nerviosa, con la presión alta. Yo tengo 74 años y mi marido tiene 82. ¿Cómo vamos a estar? Al borde de la locura con esta situación y con temor. No tenemos a donde ir", dijo la anciana cubana.
María pidió a las autoridades habaneras que valoren más la vida de los cubanos. “Tengan más preocupación por el pueblo que tanto defienden ―que dicen que defienden―. Les pido que se ocupen más de estos casos, que no pase como con las tres niñas que, a tres cuadras de aquí, un balcón que se estaba cayendo las mató”, lamentó la cubana.
Según datos oficiales revelados por el gobierno más de un tercio de las viviendas en Cuba se encuentran en regular o mal estado técnico. Al cierre de 2020 el fondo habitacional del país era de 3.946.747 casas, de las cuales solo el 63% se encuentran en buen estado.
En La Habana se producen reportes de derrumbes parciales y totales a diario, pero la prensa oficialista se niega a ofrecer los datos y a entrevistar a funcionarios que deben dar respuesta sobre esta problemática en la capital y en el país.
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