Dita Charanzová, vicepresidenta a cargo de América Latina en el Parlamento Europeo, ha concedido una entrevista a CiberCuba en la que mantiene su solicitud de dimisión para el embajador europeo en La Habana, Alberto Navarro; plantea qué postura debe mantener Europa respecto a Cuba y ratifica su compromiso de no parar hasta llevar la democracia en la Isla. "Yo quiero ver Cuba libre, Cuba democrática", dijo.
CiberCuba: ¿Qué impresión tiene de la situación que atraviesa hoy Cuba?
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Dita Charanzová: La situación de los derechos humanos sigue empeorando en Cuba. El Parlamento Europeo aprobó algunas resoluciones al respecto. Me molesta mucho esta situación que vemos del aumento de la represión a los defensores de los derechos humanos; contra los artistas, contra los periodistas... Además tenemos el nuevo Decreto Ley 370, que ha servido para aplastar con castigo la poca libertad que tenían los cubanos en Internet. La situación es muy preocupante.
¿Pero esa preocupación la tiene usted como vicepresidenta o es una preocupación que cala cada vez más en el Parlamento Europeo?
No. Es una posición mayoritaria en el Parlamento Europeo. Sacamos varias resoluciones. La última, pidiendo la libertad para José Daniel Ferrer y nos preocupa mucho esta situación. La Unión Europea tiene un acuerdo con Cuba. El Parlamento Europeo aprobó este acuerdo con una sola condición: que vamos a avanzar en el área de los derechos humanos; que vamos a tener un diálogo con Cuba en el ámbito de los derechos humanos, pero esto no está sucediendo.
Usted prometió a un grupo de artistas cubanos que no va a parar hasta que llegue la democracia a Cuba. ¿Eso cómo se traduce en medidas concretas?
No nos vamos a olvidar de los cubanos. No vamos a olvidar a Cuba. Queremos un mejor futuro para todos los cubanos; que tengan la verdadera democracia y la plena libertad. La única posibilidad que tenemos es utilizar el acuerdo que tenemos entre la Unión Europea y Cuba y estar muy firmes al respecto.
Lo que puedo decir es que hasta ahora el diálogo no ha funcionado. El mes pasado, algunas ONGs europeas no podían asistir a este diálogo porque la parte cubana decía que son muy críticas con el régimen y eso no puede ser. El hecho de que la sociedad civil cubana, independiente no pueda participar en el diálogo es un error y eso tenemos que cambiarlo.
Vamos a apoyar todas las fuerzas democráticas en Cuba porque es lo mejor para todos los cubanos.
Usted es una de las eurodiputadas que pidió la dimisión del embajador de la UE en Cuba, Alberto Navarro. El canciller Josep Borrell llamó a consultas Navarro. ¿En qué ha parado eso?
Se reunieron ayer y el alto representante señor Borrell le dijo claramente que se han producido errores y que va a evaluar la situación. Recibí su respuesta hoy por la mañana y el mensaje es el mismo. Personalmente no sé qué más vamos a evaluar porque sabemos lo que el embajador Navarro ha dicho y cómo él actuó también. Para mí está claro que el señor embajador Navarro no puede seguir en su cargo y continuar como nuestro embajador en La Habana.
¿Qué perfil debería tener el nuevo embajador de la Unión Europea en La Habana?
Es un perfil diplomático y también tiene que ser alguien que respete la posición común de la Unión Europea. Es lo más importante. No podemos cometer errores como que los funcionarios diplomáticos se pronuncien de una forma privada en nombre del conjunto de la Unión Europea. Eso no es posible.
¿Se refiere a que el señor Navarro se pronunció a favor de que Biden levante el embargo a Cuba de manera unilateral sin que la Isla dé pasos hacia la transición democrática?
A eso y a su respuesta a la pregunta de una periodista sobre cómo ve el sistema en Cuba. Él dijo que Cuba no es una dictadura.
Ha dicho que el embajador de la Unión Europea en La Habana debe ser una persona con un perfil diplomático, que no se pronuncia en primera persona obviando la posición común. ¿Tiene en mente quién podría ser esa persona?
Hay varios. No tengo ningún nombre en mi cabeza, pero tenemos muchos diplomáticos a nivel europeo. Yo quisiera enviar el mejor a La Habana.
Si no tiene el nombre, ¿tiene algún país?
No, tampoco. Eso tenemos que verlo después. En estos momentos lo que es más importante es que el señor Navarro se explique públicamente. Tiene que corregir lo que ha dicho.
Si se explica públicamente, ¿renunciaría a pedir su cese o la solicitud de dimisión ya no tiene marcha atrás por parte de los eurodiputados que la han pedido?
Bueno, todavía no he hablado con mis compañeros. Desde mi punto de vista, nosotros, la Unión Europea, no podemos seguir con el mismo embajador en La Habana porque todo lo que ha hecho o lo que dijo, eso tenemos que corregirlo públicamente, pero la misma persona no puede continuar en este cargo.
¿Qué querría usted que hiciera la Unión Europea respecto a Cuba?
El objetivo está claro. Queremos mejorar la situación. Yo no quiero ver más detenciones; no quiero ver más represión. Quiero ver Cuba libre, Cuba democrática.
Ahora, en cuanto a estrategia, lo único que nos queda por el momento es el diálogo sobre los derechos humanos y segundo, es trabajar también con nuestros aliados: con los Estados Unidos, pero también con los países de la región. Eso es clave para tener un impacto verdadero en Cuba.
Como vicepresidenta a cargo de América Latina, ¿tiene contactos con los países de América Latina? ¿Qué piensan de lo que está pasando en Cuba?
Los únicos contactos que llevamos, desde mi posición es contactos con los Estados Unidos. Pero llevo también otros países de la región. Nos preocupa muchísimo la situación en Venezuela. Ahí vemos, por ejemplo, esos intentos con el grupo de Lima. Se podría pensar en algo similar respecto a Cuba, pero todavía no hemos elaborado esta idea.
¿Cree que sería posible en estos momentos promover una posición común de la UE como la de 1996?
Bueno, ahora estamos en otra situación. No estamos en los años 90. Estamos en una situación donde la Unión Europea ya ha avanzado. Tenemos este acuerdo de diálogo y de cooperación con Cuba y para mí es la única manera de poder hablar con las autoridades cubanas, pero como ya lo he dicho, lo que está claro también para nosotros en el Parlamento es que una parte importante de toda la cooperación será el diálogo sobre los derechos humanos en Cuba. Eso para mí es el vehículo que nos puede ayudar en estos momentos.
Dita, ¿dónde aprendió a hablar español?
Estudié en España hace mucho tiempo, pero desde entonces, mi corazón se quedó en España.
Usted vivió el comunismo en la antigua Checoslovaquia.
Sí, yo viví den Checoslovaquia bajo el régimen comunista y por eso me intereso mucho en los derechos humanos en todo el mundo porque me parece que también tengo una responsabilidad. Yo recuerdo mucho qué significaba el apoyo de la comunidad internacional para mi país durante la época del comunismo.
Por eso llevo también estos temas y quiero ayudar a otros países en este proceso.
Imagino que era muy jovencita cuando se cayó el comunismo en Checoslovaquia, pero supongo que tiene recuerdos de ese momento. ¿Cree que eso que usted vivió se parece a lo que estamos viviendo ahora los cubanos?
Bueno, cada país tiene su propia historia y es difícil comparar. Pero es verdad que la lucha de los cubanos; de todos los defensores de los derechos humanos en Cuba se parece mucho a la lucha que teníamos en Checoslovaquia durante el régimen comunista.
Por ejemplo, ahora la canción Patria y Vida es algo que yo veo como un viento de cambio, que puede cambiar también las cosas en Cuba. Yo lo puedo comparar con otras canciones que teníamos en Checoslovaquia, en esta parte de Europa, durante la caída del muro de Berlín.
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