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La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó este miércoles la versión final del paquete de estímulo por el coronavirus, de $1.9 billones de dólares, por 220 votos a 211.
Solo falta la firma del presidente Joe Biden para que el proyecto se convierta en ley y empiece a distribuirse la ayuda económica.
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El Senado ya había dado luz verde al plan el pasado fin de semana y el siguiente paso será la Casa Blanca. Se espera que el presidente de Estados Unidos firme el paquete de ayudas antes del 14 de marzo, fecha en que caduca la entrega del bono semanal extra por desempleo.
Está previsto que casi 160 millones de hogares reciban pagos, según la Casa Blanca.
La Cámara de Representantes, en la cual los demócratas tienen mayoría, había aprobado la versión original del plan de Biden en enero, pero la versión del Senado incluye algunos cambios, entre ellos la reducción de los beneficios por desempleo y el rechazo de un aumento del sueldo mínimo federal a $15 la hora.
Tras haber sido aprobado tanto en el Senado como en la Cámara Baja, el proyecto de ley se convierte en la primera gran victoria legislativa de la actual Administración.
El proyecto de ley, una de las mayores medidas de estímulo de la historia del país, incluye 400.000 millones de dólares en pagos directos de 1.400 dólares a la mayoría de los estadounidenses, 350.000 millones de dólares en ayuda a los gobiernos estatales y locales, así como una ampliación del crédito fiscal para niños y mayor financiación para la distribución de las vacunas para frenar el avance del coronavirus.
Biden y los demócratas, que controlan el Congreso por escaso margen, han descrito la legislación como una respuesta impostergable a una pandemia que ha matado ya a más de 520.000 personas en Estados Unidos y ha dejado a millones sin trabajo.
Los republicanos, por su parte, argumentan que es demasiado costosa y que llega cuando ya ha pasado la peor fase de la crisis.
El plan de rescate económico será el tercero aprobado en el país desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
El primero, de $2.2 billones, fue refrendado en marzo de 2020, que fue el mayor en la Historia de Estados Unidos. Luego en diciembre de 2020 el Congreso impulsó otro plan de $900.000 millones.
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