El coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, fue agredido este miércoles mientras repartía alimentos a personas en situación de pobreza en Santiago de Cuba.
Ferrer se encontraba transmitiendo en vivo los preparativos de la comida colectiva en la sede de su organización cuando vio pasar por la calle a un carro oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC).
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Poco después, agentes de la Seguridad del Estado disfrazados de vendedores callejeros de ajo la emprendieron a golpes contra el opositor, y la transmisión en Facebook se cortó.
En el video, sin embargo, se escucha a las personas que salieron en defensa de Ferrer gritando "¡Abajo la dictadura!".
Más tarde, en otro video transmitido también en directo a través de su Facebook, el exprisionero político mostró un golpe en su frente que le dieron los supuestos vendedores ambulantes.
"La policía, los del Partido vinieron a agredirme. Los mandaron. Sigamos repartiendo los alimentos, que aquí nadie va a impedir que sigamos atendiendo al pueblo", señaló.
La golpiza fue condenada de inmediato por la organización Prisoners Defenders, que vela por el respeto a los derechos humanos en Cuba.
Este miércoles también, agentes de la policía política en Palma Soriano, Santiago de Cuba, también detuvieron con violencia a tres miembros de la UNPACU que se manifestaban pacíficamente a favor de los derechos humanos en la localidad de Maribel.
Los activistas fueron detenidos por los oficiales, entre los que se encontraba el jefe de Sector de la localidad, cuando intentaban completar una caminata en la cual se gritó la frase de “Patria y Vida”, popularizada recientemente por la canción de varios artistas cubanos como Yotuel Romero, Descemer Bueno, Gente de Zona, Maykel Osorbo y El Funky.
El acoso contra el líder de UNPACU y su familia, por su parte, se ha vuelto habitual desde hace meses.
En enero, Ferrer denunció que su casa, donde residen su esposa, la doctora Nelva Ortega Tamayo, y su hijo pequeño, había sido apedreada por "varios esbirros al servicio de la policía política". En la puerta estaba escrito un mensaje de solidaridad: "Libertad para el Movimiento San Isidro".
El pasado 14 de febrero, Ferrer y su esposa se declararon en huelga de hambre porque la policía les impedían ofrecer ayuda a ancianos, enfermos, madres sin recursos y otras personas desahuciadas del barrio de Santiago en el que viven.
Cinco días después, las fuerzas represivas se retiraron de la zona donde realizaban su labor humanitaria y los disidentes depusieron su huelga de protesta.
Esta semana, Ferrer y otros miembros de la UNPACU se sumaron al reto de pintarse la frase "Patria y Vida" en el pecho para pedir la libertad de Cuba.
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