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La activista cubana Diasniurka Salcedo, víctima del acoso de la Seguridad del Estado por sus actividades opositoras, fue acusada de desacato a las autoridades, luego de negarse a ser filmada en ropa interior en la estación policial de Bauta, provincia de Artemisa, adonde fue conducida recientemente.
“La activista Diasniurka Salcedo está siendo acusada por desacato por no dejarse grabar en ropa interior en la estación de policías de Bauta. Es una vejación lo que quieren hacer con ella, primero fue violada por dos represores y ahora esto”, denunció la activista y reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, en Twitter.
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Hernández recordó de ese modo los sucesos contados por la propia Salcedo en noviembre de 2020, cuando refirió que dos policías abusaron sexualmente de ella en Alquízar, Artemisa, donde reside la opositora.
Meses antes, denunció que había sido apresada por la policía cubana, golpeada y obligada a hacer cuclillas desnuda, también en la Unidad Policial de Alquízar.
Este martes, Iliana Hernández denunciaba que Salcedo estaba siendo hostigada por agentes represores del castrismo. “La citaron para Bauta y allí la tienen retenida con intención de hacerle un registro en su vivienda, los policías actúan por órdenes de los delincuentes de la Seguridad del Estado”, dijo la reportera en Facebook.
Continuamente, Salcedo ha sido objeto de hostigamiento por parte de las autoridades. Ella es graduada de Contabilidad y Finanzas y de Promoción Cultural. Además ha estudiado Peluquería y Belleza y ha sido educadora infantil. También se ha dedicado a la cría de animales en la finca que posee, al tiempo que ejerce de peluquera.
En Alquízar desempeña una labor intensa ayudando a familias de bajos recursos. En diciembre entregó una valiosa donación para una madre que vivía en muy malas condiciones, proporcionándole equipos electrodomésticos, un colchón y ropa.
Desde redes sociales, Salcedo suele mostrar la dura realidad que viven decenas de familias en su comunidad, lo cual le ha asegurado la animadversión de las autoridades. Pese a haber crecido en una familia que apoyaba a Fidel Castro, la activista nunca ha ocultado sus desacuerdos con el Gobierno, lanzando fuertes críticas contra el mismo en varias oportunidades.
“En este país los dirigentes son unos asesinos, peores que los esbirros de Batista, nos tienen pasando hambre necesidades y a todo el que despierte como yo, le pasa lo inimaginable, es duro, no lo voy a negar, pero no imposible, toca duro darle a esta dictadura que me ha hecho llorar, a mí como a todos los cubanos humildes, tengo dolor en mi corazón”, dijo en una ocasión.
A la par de su trabajo y activismo, Salcedo tiene que lidiar con enfermedades como la diabetes, condición que le ha servido también a los represores para usarla en su contra.
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