El presidente Joe Biden firmará este martes varias órdenes ejecutivas para comenzar a trabajar en la reunificación de familias separadas en la frontera bajo la administración de Donald Trump y designará a un equipo encargado de revisar las solicitudes de asilo pendientes que ya superan las decenas de miles.
Las órdenes ejecutivas constituyen el último esfuerzo de Biden para deshacer el legado del ex presidente Trump en materia de inmigración y ofrecer un cambio radical en la retórica sobre el tema.
Las nuevas órdenes exigen, en gran medida, revisiones de políticas, planificación y recomendaciones sobre los próximos pasos, y no necesariamente nuevas medidas para implementar.
"Remediar completamente las acciones (de Trump) llevará tiempo y requerirá un enfoque gubernamental total", dijo un funcionario de la administración en una sesión informativa con periodistas el lunes por la noche.
"Pero el presidente Biden ha sido muy claro sobre restaurar la compasión y el orden en nuestro sistema de inmigración y corregir las políticas divisivas, inhumanas e inmorales de los últimos cuatro años", dijo el funcionario, y agregó que la acción de Biden, hasta ahora, era "solo el comienzo . "
Trump firmó más de 400 acciones ejecutivas relacionadas con la inmigración mientras estuvo en el cargo. Biden, en su primer día como presidente, lanzó un plan de reforma migratoria integral y firmó varias órdenes relacionadas con el tema para detener la construcción del muro fronterizo, enfatizar el compromiso por preservar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y terminar con la supuesta prohibición musulmana del exmandatario.
Tras las firmas de este martes, se comenzará el proceso de reunificación familiar, una de sus promesas de campaña distintivas. La administración Trump supervisó la separación de más de 5.500 familias, y las estimaciones muestran que aún no se han localizado a los padres de más de 600 niños, varados en territorio norteamericano.
Primero, el equipo trabajará para identificar a todos los niños separados de sus padres en la frontera, según los detalles compartidos por funcionarios de la administración. Luego, hará recomendaciones a Biden y a las agencias federales sobre los pasos que pueden tomar para reunificar a las familias. Asimismo, proporcionará informes y recomendaciones para evitar que la política de separación familiar vuelva a suceder.
La agenda de trabajo de este equipo designado por Biden no se ajusta a las demandas de activistas pro emigración, así como a las exigencias de grupos de derechos humanos. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) ha pedido a la administración de Biden que permita a estas familias, separadas y deportadas en su mayoría, establecerse en los Estados Unidos, recibir algún tipo de estatus legal y fondos para necesidades básicas y atención médica.
“No existe 'una solución única para todos'”, dijo un funcionario de la administración y especificó que cada caso será revisado de manera individual.
El cubanoamericano Alejandro Mayorkas, elegido por Biden para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional, trazará las directrices del grupo de trabajo.
Mayorkas será confirmado por el Senado para asumir el cargo este martes en horas de la tarde. Uno de los vicepresidentes del equipo será el ex secretario de Estado Anthony Blinken, el resto de los directivos se constituirá a partir de miembros y funcionarios del gobierno. El proceso de confirmación de Xavier Becerra como director del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) se ha retrasado en el Senado, y no se conoce cuándo pueda ejecutarse el nombramiento oficial.
Biden firmará otra orden ejecutiva centrada en renovar el sistema de asilo de Estados Unidos y cómo manejar a los migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México. El presidente ordenó a Mayorkas que revisara el programa de Protocolos de Protección al Migrante, que ha obligado a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras esperan sus procedimientos judiciales en Estados Unidos. Hay una acumulación de miles de casos. La semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, bajo órdenes de Biden, anunció que no inscribiría a nadie más en el programa.
El presidente firmará una tercera orden para promover la integración e inclusión de los inmigrantes. También instruirá a las agencias para que revisen la regla de carga pública que permitía a los funcionarios negar las tarjetas de residencia a los inmigrantes que usaron, o se estima que usen, asistencia pública.
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