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La batalla sobre el histórico juicio político contra Donald Trump añadió este martes los argumentos del equipo legal del expresidente, que defendió su derecho a cuestionar la legitimidad de las elecciones del pasado 3 de noviembre, y manifestó que es inconstitucional someterlo a un proceso en el Senado porque es ya un ciudadano privado.
El equipo legal de Trump presentó su primera respuesta oficial a la acusación de impugnación de la Cámara de Representantes, negando que el ex presidente buscara subvertir los resultados de las elecciones e incitara la violencia en el Capitolio, el pasado 6 de enero.
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La presentación prefiguró la estrategia Trump para el juicio, que comienza la próxima semana, pero que se espera sea más corto que el anterior "impeachment" a que fue sometido.
Los abogados de Trump, Bruce Castor y David Schoen, también sostuvieron las infundadas afirmaciones del expresidente de que los resultados de las elecciones eran "sospechosos", asegurando que Trump tiene el derecho de la Primera Enmienda a expresar esa opinión.
"No existen pruebas suficientes sobre las que un jurista razonable pueda concluir que las declaraciones del 45º presidente fueron precisas o no, y por lo tanto él niega que fueran falsas", escribieron Castor y Schoen, añadiendo que Trump "niega" que sea falso decir que ganó las elecciones "por goleada".
Mientras, los demócratas que ejercen la acusación señalan que el comportamiento de Trump en los días previos al asalto al Capitolio desencadenó el motín.
"La búsqueda de poder a toda costa del presidente Trump es una traición de proporciones históricas", escribió la Cámara en su alegato inicial. "Requiere su condena".
Aunque de momento no se han decidido cuestiones procedimentales como las declaraciones de los testigos, en las que existen discrepancias todavía, las alegaciones presentadas por ambas partes, según USA Today, dejaron claro que se centrarán en dos cuestiones básicas: la constitucionalidad del juicio y si las palabras de Trump provocaron el tumulto que irrumpió en el Capitolio.
Después de meses cuestionando la legitimidad de las elecciones, Trump apremió a los funcionarios de Georgia que "encontraran" votos que le permitieran ganar ese estado. "El único camino honorable en ese momento era que el presidente Trump aceptara los resultados y admitiera su derrota electoral", recoge el informe de 80 páginas de los nueve encargados del juicio político por la Cámara de Representantes.
"En cambio, convocó a una turba a Washington, los exhortó a que se pusieran frenéticos y los apuntó como un cañón cargado a lo largo de la avenida Pennsylvania", agregan en su informe. De esta forma, acusan a Trump de incitar a la insurrección con un discurso enérgico antes de que la violenta turba invadiera el Capitolio, dejando cinco muertos, incluido un oficial de policía.
El nuevo equipo de defensa de Trump negó que el expresidente haya incitado a la violencia. "Se niega que el 45º presidente participó en una insurrección o rebelión contra Estados Unidos", dice el documento. Además, alegan que el Senado no tiene jurisdicción sobre él como ciudadano privado y, por lo tanto, no hay forma de excluirlo de un cargo público, si es condenado.
Sin embargo, el informe presentado por los demócratas describe la violencia con que irrumpió la turba en el Capitolio, gritando “El presidente Trump nos envió… Cuelguen a Mike Pence… y Traidor, traidor, traidor”. En el mismo también se cita a la representante republicana por Wyoming, Liz Cheney, quien manifestó que “nada de esto hubiera sucedido sin el presidente. Podía haber intervenido inmediata y enérgicamente para detener la violencia. No lo hizo. Nunca ha habido una traición más grande por parte de un presidente de Estados Unidos a su cargo y su juramento a la Constitución".
El informe de la Cámara utiliza las propias palabras de Trump en su contra, señalando que, incluso en la declaración del presidente pidiendo la paz horas después de que comenzaran los disturbios, este se dirigió a sus seguidores en términos como "los amamos" y "ustedes son muy especiales".
En relación con supuesta inconstitucionalidad del juicio que alega la defensa, el informe cita casos de otros funcionarios que fueron juzgados después de dejar el cargo, así como el Artículo II Sección 2 de la Constitución que "apoya firmemente" el juicio político de ex funcionarios por "abusos graves".
"El ex presidente sentó las bases con dos meses de afirmaciones de fraude erróneas e incendiarias. Cuando no pudo probar el fraude, incitó al asalto ocurrido el 6 de enero. Desde entonces, no ha mostrado ningún remordimiento por su papel en lo que ocurrió ", dijo Bradley Moss, abogado especializado en temas de seguridad nacional. "Esta es exactamente la razón por la que existe la cláusula de descalificación en la verborrea del juicio político".
Por lo pronto, el Senado deberá votar una resolución que describa cómo se llevará a cabo el juicio, incluida una decisión sobre la declaración de testigos. Si los demócratas llaman a testigos, el juicio podría durar meses y afectar la agenda política de Biden. “Ninguna de las partes está ansiosa por alargar esto durante semanas, pero eso es lo que sucederá si comienza a llamar a testigos”, afirmó Roy Blunt, senador republicano por Missouri.
A su vez, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, sugirió que no ha tomado una decisión sobre cómo votará en el juicio. “Juzgar a un ex presidente es una cuestión constitucional interesante, y creo que deberíamos escuchar a los abogados dirimir la cuestión”, dijo McConnell, quien estuvo entre los 45 senadores que apoyaron que se calificara el juicio de inconstitucional.
Si bien el Comité Nacional Republicano ha estado trabajando con el equipo de juicio político de Trump entre bastidores, no se espera que asuman un papel de cara al público durante el juicio de la próxima semana, ni planean lanzar un sitio web centralizado dirigido a legisladores demócratas, algo lo hicieron en el otoño de 2019 con su campaña “Stop the Madness”, según publica Politico.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, dijo que si los abogados de Trump presentaban alegaciones de fraude electoral, demostraría su incapacidad para responder a los cargos de la Cámara. Si eso sucede, dijo Schumer, esperaba "que los republicanos lo vieran y se dieran cuenta de que no tienen ningún argumento contra los cargos presentados por los administradores designados por la Cámara".
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