El artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara exigió la dimisión del ministro de Cultura, Alpidio Alonso, y del viceministro, Fernando Rojas, tras la respuesta violenta este miércoles contra los jóvenes que se manifestaron de manera pacífica frente a la sede del organismo en La Habana.
"O dimiten o me matan", dijo Otero en un video en directo en su página de Facebook.
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El líder del Movimiento San Isidro informó que le daba 24 horas a ambos funcionarios para que abandonaran el cargo por violentos. De no hacerlo, irá a la sede del Ministerio cada día a exigir sus derechos.
"Les doy 24 horas para que dimitan o me voy para las calles y la única manera que tienen para pararme es meterme preso. Voy a cerrar la puerta de mi casa y no voy a entrar más hasta que eso suceda", aseguró.
"Se hace público ahora mismo la naturaleza represiva y asesina del Gobierno cubano y sus instituciones. ¿Qué van a decirle a los organismos internacionales sobre lo ocurrido?", cuestionó.
Otero Alcántara aclaró que se mantendría firme en su decisión de plantarse frente a la sede de la institución y que si le cortaban el internet, que todos supieran dónde él estaría.
Este miércoles a Luis Manuel lo detuvieron tras salir de su casa para unirse a los manifestantes en el MINCULT y se mantuvo en paradero desconocido durante varias horas.
En el interrogatorio ilegal que le hizo la policía política cubana, el joven dijo que se mantuvo firme en su postura y les aclaró que la única forma que tendrían para callarlo era meterlo en prisión.
Manifestación pacífica frente a la sede del MINCULT
Una treintena de artistas, periodistas independientes y miembros de la sociedad civil se presentaron este jueves frente a la sede del Ministerio de Cultura, para dialogar con los funcionarios públicos y exigirles una explicación por las continuas detenciones arbitrarias en Cuba.
El día antes el viceministro, Fernando Rojas, se comunicó con los miembros del Movimiento 27N para invitarlos a la institución a continuar el diálogo que ellos mismos cortaron al día siguiente de la protesta ocurrida en noviembre pasado.
Durante más de dos horas los jóvenes leyeron poemas de José Martí en las afueras del organismo pero las autoridades se opusieron a que estuvieran en el lugar.
Mientras los funcionarios intentaban expulsarlos y ellos se negaban a irse, el ministro de Cultura Alpidio Alonso agredió físicamente a uno de los periodistas para arrebatarle el teléfono móvil con el que filmaba lo acontecido.
La policía cercó los alrededores de la institución evitando que otras personas se unieran a la manifestación y desalojó por la fuerza el lugar.
Todos los presentes fueron obligados a subir a una guagua, que los trasladó a unidades de la Policía en La Habana. Horas después fueron liberando poco a poco a los manifestantes, quienes hicieron público su testimonio de lo vivido.
Según explicaron varios de ellos, los agentes que reprimieron la manifestación los golpearon obligándolos a subir al vehículo. No obstante, los funcionarios de Cultura niegan haber respondido con violencia.
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