El Ministerio de Cultura calificó de provocación "contrarrevolucionaria" protagonizada por "mercenarios" los sucesos ocurridos este miércoles, que acabaron con la detención de un grupo de jóvenes que se concentraron de manera pacífica frente a la sede de la institución en La Habana.
En una nota oficial titulada “No quieren diálogo y provocan hasta el límite”, el Ministerio ofreció su propia versión de los hechos y no se retractó, en lo absoluto, de la violencia ejercida por el ministro de Cultura y otros funcionarios contra los manifestantes.
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Según la versión ofrecida, “estaba prevista una reunión con tres voceros designados para el diálogo, por un pequeño grupo de personas que se han caracterizado por su actitud provocadora y por su relación con medios pagados por agencias federales estadounidenses”.
El texto añade que en el momento en que estaba fijada esa reunión, se presentaron frente a la sede de la institución alrededor de una treintena de personas a las que se les pidió varias veces retirarse por el riesgo que entraña la pandemia en espacios públicos. Asegura que ante la negativa de los congregados, se les invitó en reiteradas ocasiones a pasar a la sede del MINCULT para esperar por el esclarecimiento del paradero de los activistas detenidos, pero los manifestantes no aceptaron.
"Los medios pagados por el gobierno estadounidense estuvieron comentando en vivo lo que sucedía, y reforzando la matriz provocadora de los contrarrevolucionarios”, agrega la nota.
“Ante esa circunstancia, los trabajadores del Ministerio de Cultura decidieron reaccionar de inmediato y se congregaron frente a los provocadores y los instaron los retirarse” -continúa la nota- que añade que “ante la negativa de estos y la intención evidente de materializar un show mediático, los trabajadores del organismo los enfrentaron y los desalojaron del lugar”.
El Ministerio de Cultura no reconoce la postura del más alto cargo de Cultura del país, que recurrió a la violencia para quitarle el teléfono al periodista independiente, Mauricio Mendoza, y desató un momento de extrema tensión.
La nota concluye con el discurso del diálogo fantasma: el “Ministerio de Cultura ratifica su voluntad de diálogo con los creadores honestos sobre cualquier tema relacionado con la política cultural de la Revolución Cubana y reitera su negativa a aceptar provocaciones o a dialogar con mercenarios".
"Por las malas, no pasarán", escribió por su parte en Twitter el viceministro, Fernando León Jacomino, quien añadió que los trabajadores del Ministerio enfrentando la "provocación contrarrevolucionaria", reafirmaron su "disposición al diálogo sin condicionamientos ni chantajes".
En respuesta al aluvión de críticas que generó su publicación en la citada red social, León Jacomino reiteró que "se les invitó a pasar varias veces", y sentenció que "frente al Ministerio no habrá más show".
Agentes de la Seguridad del Estado cubano detuvieron a todos los manifestantes que se congregaron a las afueras del Ministerio de Cultura para conocer el destino de los activistas detenidos este 27 de enero. Los jóvenes fueron montados en una guagua custodiados por policías y militares, mientras gritaban "no somos delincuentes".
Mientras todo eso pasaba, el monopolio de las telecomunicaciones, ETECSA, cortó los datos móviles a los cubanos.
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