Los acuartelados de San Isidro Anyell Valdés Cruz, Adrián Rubio Santos y Jorge Luis Capote Arias fueron detenidos la tarde de este viernes en la barriada habanera de La Palma, mientras realizaban una manifestación pacífica.
Los activistas estaban transmitiendo en vivo su performance, en el que representaban a dos niños cubanos en edad escolar y a su mamá, cuando aparecieron varios oficiales de la Policía y los arrestaron.
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En medio de la protesta, salió un hombre de entre un grupo que se acercó a mirar y filmar con su celular y dijo que por qué en lugar de mirar no les gritaban cosas a los contrarrevolucionarios, al tiempo que hacía una llamada por teléfono para denunciar a los activistas.
"San Isidro no está solo", se escuchó gritar a una mujer. "Él es del Partido".
"La revolución somos nosotros. Todo lo que dicen en el noticiero es mentira. Nos sacaron a la fuerza [del acuartelamiento] disfrazados de médicos", denunció Jorge Luis.
"Nos envenenaron el agua, mandaron a que nos tiraran botellas", añadieron Anyell y Adrián, a la vez que más personas se acercaban.
Mientras llegaba la Policía, los activistas gritaron que en Cuba no había libertad de expresión ni derecho a nada, que el pueblo está pasando hambre y los salarios no alcanzan.
Cuando se los llevaban detenidos, uno de ellos aseguró que "no solo queremos nuestra libertad, también la del pueblo de Cuba".
Para el performance, Adrián representó a un niño de tercer grado y Jorge Luis a uno de sexto, ambos vestidos con el uniforme de primaria, con sus respectivas pañoletas azul y roja, para protestar porque "tenemos hambre y ya estamos cansados".
El cartel de Jorge Luis decía: "No le temo a la represión del Estado, le temo al silencio de mi pueblo".
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