El fotógrafo cubano Iván Soca Pascual, quien colabora con medios oficialistas en la isla, denunció en redes sociales un par de salideros de agua en el municipio de Playa, en La Habana, a los cuales las autoridades no han dado solución.
Uno de ellos se ubica en la calle 1ra entre 0 y 2, mientras que el otro está en la calle 1ra esquina a 14. Ambos brotan de tuberías de agua amarradas a postes de electricidad, aunque no ofrecen peligro de conducir energía eléctrica, según el denunciante.
“Haciendo una visita con análisis puntual en los dos lugares de mi barrio donde el agua cae como manantial desde hace ya más de una semana, debo corregir el detalle que NO son tuberías de acometidas eléctricas (…), por lo que el peligro de electricidad en el agua es descartado”, dijo Soca Pascual en Facebook.
“No es tan grave, si se fijan son tuberías de agua amarradas a los postes no sé para qué y sin sus debidos tapones, menos en un momento en el que se pretende cobrar más hasta el agua, es insostenible que cosas como estás ocurran, hice fotos con la cámara y las enviaré a los periódicos, que el agua no es para botarla y menos de esa manera”, señaló.
En otra publicación el sábado, calificó lo que estaba sucediendo como “una irresponsabilidad absoluta”, aunque no ha llamado directamente a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
Desde el primer día del año, el gobierno cubano lleva adelante una reforma económica que implica un incremento de salarios significativo, pero también un aumento sustancial del costo de bienes y servicios básicos, entre ellos, la electricidad y el agua.
Un reportaje de la prensa oficialista señala que con las nuevas regulaciones los cubanos podrían desembolsar hasta 21 pesos mensuales por persona, para pagar por el servicio del preciado líquido.
Esto solo se aplica a viviendas conectadas con acueductos, pero el resto de los precios residenciales oscilan también por esas cifras, indica un texto de la revista Bohemia.
“Comparado con el tarifazo de la Unión Nacional Eléctrica, o con el nuevo precio de una pizza cualquiera de La Habana Vieja, esta subida respeta la filosofía preescolar de que el agua no se le niega a nadie”, dice la publicación.
A comienzos de año, el periódico Granma publicó una nota donde se aseguraba que “a partir del estado de opinión generado por el precio” del servicio, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) informó en su sitio web de la “revisión de la tarifa de abasto de agua a la población”.
Esto hacía suponer una rebaja en las tarifas propuestas debido a las numerosas protestas de la población.
Independientemente del precio, el país tiene que lidiar con un servicio que a menudo es afectado por salideros y otros problemas resultantes del deterioro de la red hidráulica. Esto, sumado a la falta de inversiones durante años, hace que cada vez más zonas de la ciudad requieran pipas para abastecerse.
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