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El calvario de un médico cubano para poder comprar pollo a sus hijos

“¡Y todavía alguien me dice que tengo que irme agradecido porque tengo un cupón para comprar mañana!”, denuncia indignado el médico luego de hacer una cola y no conseguir que le vendieran el pollo

El doctor Guillermo Mok Méndez espera con su turno en la cola para comprar el pollo © Facebook / Guillermo Mok Méndez
El doctor Guillermo Mok Méndez espera con su turno en la cola para comprar el pollo Foto © Facebook / Guillermo Mok Méndez

Este artículo es de hace 3 años

El doctor cubano Guillermo Mok Méndez, especialista en Cirugía Pediátrica en el Hospital Pediátrico Universitario William Soler, compartió en redes sociales lo que tiene que padecer para procurar el sustento a su familia.

“Después de 24 hora de guardia médica aquí me encuentro haciendo una cola para comprar pollo”, publicó el galeno en su cuenta de Facebook, junto a imágenes de la larga fila de personas esperando su turno para comprar.

Según contó el doctor Mok en su post, “después de una guerra campal para coger el ticket” no alcanzó a comprar el pollo “porque alrededor de las 6 y media de la tarde la dependienta estaba muy cansada para despachar” a los que quedaban.

“¡Y todavía alguien me dice que tengo que irme agradecido porque tengo un cupón para comprar mañana!”, dijo el médico, cansado de una situación que obliga a un profesional como él a sobrevivir en tiempos de la “tarea ordenamiento” y de miseria que se va extendiendo entre amplias capas de la población cubana.

“Mañana les cuento si pide comprar al fin el pollo”, prometió el doctor, quien efectivamente regresó al día siguiente y después de madrugar para estar a las 7:45 a.m. y más de hora y media esperando en la cola, pudo finalmente comprar el pollo.

“Hola amigos. Aquí desde las 7:45 AM ya en la fila para ver si hoy le puedo llevar pollo a mis hijos. Hasta las 9 no abre la tienda y ya hay otra cola para los que no tienen ticket”, saludaba el médico devenido cronista de la realidad cubana.

El proceso de unificación monetaria que entró en vigor el 1 de enero de este año ha traído un reajuste brutal en la planificación económica de las familias cubanas. El aumento de los precios de productos y servicios no se corresponde con el de los salarios, lo trae como consecuencia una reducción en el nivel de vida de los cubanos que, ahora, pagan más dinero por los mismos productos, con la misma calidad de antes e igual desabastecimiento.

La unificación monetaria ha traído nuevos salarios a los cubanos, que vieron cómo se incrementaban en un primer momento para luego chocar con la realidad de los nuevos precios. Un médico recién graduado, según aparece publicado en la Gaceta Oficial, cobra ahora 4.610 pesos mensuales, unos 192 dólares al cambio oficial de 1 x 24 que ya empieza a demostrar sus debilidades.

Por su parte, un médico que haya terminado la residencia, gana 5060 pesos (211 dólares), mientras que un especialista cobra 500 pesos más, o sea, unos 232 dólares. Los salarios más altos en el sector son para los médicos con doble especialidad y especialistas de segundo grado, que obtienen una paga mensual de 5810 pesos, que equivalen a 242 dólares al cambio oficial.

Si estos especialistas no tuviesen acceso a las divisas -vía remesas, por ejemplo-, dado que el Estado no las vende, tendrían que adquirirlas en el mercado negro, donde un dólar está costando de media más de 40 pesos, con lo cual se podría decir que en la economía real, el salario que percibe quedaría reducido prácticamente a la mitad. Muchos profesionales de este nivel comparan indignados sus retribuciones con las que perciben policías o empleados de ETECSA, mejores que las suyas.

“Termina la guerra del pollo y comienza la batalla del pan”, apuntó Mok en otro post de Facebook para describir su odisea para procurar el sustento de su familia.

“Para luego de una nueva cola encontrarse con esto. Que alguien me diga si a esto se le puede llamar pan. Es una falta de respeto enorme. Los precios suben y la calidad de queda muy lejos, y por desgracia el pueblo es el que sufre tantos abusos”.

Las publicaciones del doctor Mok generaron muchos comentarios, varios de ellos escritos por compañeros del propio hospital. "Tengo entendido que los Combatientes tienen una cola aparte en las tiendas. ¿Por qué no exigen que el personal trabajador esencial como los sanitarios, bomberos, etc tengan prioridad ante los demás?", se pregunta uno de los usuarios de la red social.

"¡Qué tristeza ver cómo nos sacrificamos horas y horas sin dormir, salvando vidas, tratando de hacer hasta lo imposible; y muchas veces ni para comprar ese pollo tenemos! ¡Y menos fuerzas para hacer esa cola! Esto cada día es más deprimente, de verdad. Después piden concentración en los médicos. Señores, también somos seres humanos que en muchas ocasiones salimos a trabajar sin dejar siquiera un pan para nuestra familia. ¡Qué horror!", comentaba un colega de Mok.

"No es fácil Guille. Da dolor en el alma, pero es nuestra realidad", le comenta otra colega del hospital William Soler. "Además mi amigo, en tu comentario también faltó que, cuando lo compres (el pollo)... bueno, si lo compras... será el pollo más caro del mundo. ¡Y el que te toque! Tampoco podrás comprar el que desees. Pero, ¡viva Cuba y patria o muerte venceremos!", terminaba diciendo otro usuario en su comentario.

Otro galeno del hospital pediátrico le compartía su impresión del asunto: "Dolorosa situación. Menos mal que estamos pensando como país. Y con lo que cobras por esas 24 horas no paga la factura del pollo.¿Qué dirá Murillo y Gil de tu problema? Pues ellos no tienen esa situación. Que resuelvas colega. Un abrazo".

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