La periodista independiente Camila Acosta mostró en sus redes sociales varias fotos suyas junto a una enorme bandera cubana, que fue colgada desde el primer piso del edificio donde reside hasta el suelo de un patio interior.
La joven posó junto a la insignia nacional en varias imágenes tomadas por el fotógrafo Víctor Manuel González, para la serie titulada ‘La bandera es de todos’.
“Llevo días buscando una bandera cubana y mis ‘revolucionarios’ vecinos me dieron el gusto. Que este año seamos capaces de encontrar lo que nos une: el amor por esta gran nación. Solo así, entre todos, construiremos un mejor futuro”, expresó Acosta en su muro de Facebook.
La reportera, miembro de la agencia de prensa independiente CubaNet, ha sufrido el acoso por parte de las autoridades cubanas por su labor de denuncia de la realidad del país.
Uno de los últimos ataques provino de la Seguridad del Estado, que compartió en Internet el video de un homenaje que la Asociación de Combatientes le hizo a sus abuelos, una pareja de ancianos que en los años 50 apoyaron la lucha contra el dictador Fulgencio Batista.
Fue la propia Acosta quien reveló la identidad de sus familiares, defensores del Gobierno, una posición que ella respeta y de la que no se esconde.
“Con esta vil actitud solo demuestran, una vez más, lo bajos e ineptos que son muchos de los que defienden este sistema”, expresó en su muro de Facebook.
“Utilizan a dos ancianos, uno de ellos (mi abuelo) con graves enfermedades que por momentos le impiden la lucidez, para así atacar a su nieta, minar la credibilidad de su nieta: una simple periodista que la propia represión de los órganos represivos cubanos han llevado a radicalizarse. Con este material, la Seguridad del Estado ha demostrado que no respeta ni a los propios partidarios del sistema político cubano vigente”, subrayó.
“Yo me enorgullezco de esta familia. Me inculcaron valores humanos más allá de la ideología”, recalcó.
La periodista, quien nació en la Isla de la Juventud y no tiene casa en La Habana, ha sido desalojada muchas veces de los sitios donde se alquilaba por las presiones de la Seguridad del Estado hacia los propietarios, quienes han sido incluso multados y amenazado con perder la propiedad del inmueble si no ponían fin al contrato de alquiler a ella.
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