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El cubano Yoel Rodríguez Barrientos, acusado recientemente de cometer el asesinato de una mujer y su hija de 11 años en Guyana, confesó haber sido el autor de los violentos hechos en Georgetown, capital del país sudamericano.
Las investigaciones apuntaban a que Rodríguez había asesinado a su pareja Tara Krishnaran de 34 años y a la hija de esta, Larissa Singh, de 11 años, en un apartamento de Princess Street Lodge. El incidente debió ocurrir entre el viernes, día de Navidad, y el sábado.
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Según medios locales, el jefe de delitos, Wendell Blanhum, confirmó que el antillano admitió su culpa. Blanhum dijo que se enviaría un expediente al Director del Ministerio Público (DPP) para determinar el camino a seguir, y luego Rodríguez será llevado ante el tribunal.
El padre de Krishnaran había declarado a los investigadores que la pareja tuvo una discusión alrededor de las 17:30 horas del día de Navidad, y se produjo una pelea entre ellos. También dijo que las peleas entre ambos eran habituales, por lo que no prestó mucha atención y se fue a la cama.
Al levantarse fue a la habitación de su hija y descubrió los cuerpos de las víctimas. Su hija yacía en la cama y su nieta en el suelo. La policía informó que la mujer presentaba heridas en la cabeza, el lado izquierdo de la sien y el lado izquierdo de la cara.
La niña tenía una herida de unos quince centímetros de largo en el cuello y lo que parecía ser sangre en sus partes íntimas. El presunto asesino huyó de la escena, pero fue capturado en el pabellón de Amelia, Linden, el domingo. Un familiar de las víctimas dijo haber advertido un carácter celoso en el supuesto perpetrador.
El lunes, se realizaron autopsias en los cuerpos de Krishnaran, de 34 años, también conocida como 'Vannie' y Singh, por el patólogo Dr. Nehaul Singh. Las mismas determinaron que la causa de la muerte de Krishnaran se debió a un traumatismo contundente en la cabeza, mientras que se descubrió que la menor murió como resultado de una herida incisiva en el cuello y un traumatismo contundente en la cabeza.
La policía dijo que las armas homicidas fueron un martillo y un cuchillo. También señalan que el sospechoso, nacido en Santiago de Cuba, asesinó a la niña para evitar que atestiguara en su contra.
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