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El doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de La Habana, Ricardo Torres, criticó la nueva medida de unificación monetaria en una entrevista publicada este lunes en el medio oficialista Prensa Latina.
En la entrevista se refirieron al proceso como “ordenamiento monetario”, pues así lo ha denominado el gobierno cubano de modo eufemístico.
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Torres, quien también es especialista del Centro de Estudios de la Economía Cubana, afirmó que la medida “deja de lado la posibilidad de que al menos en el primer año se produzcan ganancias apreciables en el poder adquisitivo en los grupos poblacionales”.
Lo que dicho en otras palabras significa que la unificación monetaria es una implementación muy riesgosa en medio de la crisis económica que vive el país, y cuando aún no se producen cambios sustanciales en el modelo económico cubano que puedan aumentar la productividad de la isla.
Según Torres, “el aumento del consumo real y el nivel de vida dependen de incrementos sostenidos de la productividad, los cuales tienen que ver con medidas de mayor calado”.
“Dado que la riqueza creada no se modifica en los momentos iniciales, cualquier aumento del poder adquisitivo en un grupo implica una pérdida equivalente en el resto de los actores”, agregó el economista a Prensa Latina. Es decir, el enriquecimiento de unos significa el empobrecimiento de otros.
Por otra parte Torres insinuó tímidamente que los problemas de la economía eran estructurales y que no se resolvían con una medida de carácter nominal como la unificación monetaria.
“En definitiva, el nivel de vida de los habitantes de un país depende de la trayectoria de la productividad y esta depende de factores estructurales, por lo que las transformaciones en el sector nominal pueden facilitar otros cambios, pero son generalmente inútiles por sí solos”, subrayó.
Además, el economista criticó que esta medida económica había sido llevada a cabo por el gobierno de manera “lenta y desestructurada”, lo que no garantiza una mejora económica para el país.
Aunque la entrevista omite las posibles soluciones a estos errores. Varios economistas cubanos han insistido en liberalizar la economía cubana a través de la preponderancia de pequeñas y medianas empresas que cuenten con completa autonomía para abrirse al mercado internacional.
En cambio, el gobierno cubano sigue dando pasos lentos respecto a la apertura económica, y no da señales de querer descentralizar la economía. Una política conocida popularmente como “bloqueo interno”,
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