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Campesinos independientes y la Federación de Mujeres Rurales en Cuba (FLAMUR) hicieron varias reclamaciones en una carta abierta al gobierno cubano, para que liberara fuerzas productivas del control monopólico estatal.
Según plantean los autores de la misiva, las nuevas medidas de “ordenamiento” económico, lejos de traer beneficio al pueblo, generaría más miseria entre los cubanos.
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“Después de consultar a representantes de los sectores de emprendedores privados urbanos y consumidores en distintas provincias del país, los campesinos independientes emplazamos una vez más al gobierno a rectificar el rumbo antes de que sea demasiado tarde”, señala el documento publicado por Martí Noticias.
“La solución no es calumniar, acosar y reprimir a los que crean productos, servicios y puestos de trabajo, sino liberar las fuerzas productivas de una vez. El Estado no puede seguir siendo un parásito de las remesas de nuestros familiares y explotador monopolista de los cubanos. Se ha llegado al límite”, sostiene.
“El gobierno tiene que detener su insensata guerra económica contra los productores agrícolas y emprendedores privados. Los que tienen que bajar los precios de sus tiendas en dólares son los funcionarios que imponen precios de 200, 300 y 400% por encima de su costo de importación, se niegan a vender en tiendas mayoristas al sector privado y suben la electricidad hasta cinco veces su precio actual. ¿Quiénes son los verdaderos parásitos aquí?”, expresa más adelante.
“Demandamos libertad económica. Esa es la única vía racional para salir de esta crisis, contener la hambruna, evitar la expansión de la pobreza y fomentar de manera rápida empleo en gran escala”, agrega. “Esta crisis es ante todo el resultado de un modelo estatista fracasado. Está todavía en nuestras manos contener y revertir la hambruna y pobreza que ya se extienden por toda Cuba”, enfatiza.
Esteban Ajete, líder de la Liga de Campesinos Independientes, dijo al citado medio, desde la ciudad de Pinar del Río, que la carta fue discutida y firmada por agricultores en siete provincias del país.
“Está terminando el año y no hay ningún tipo de motivación, aquí lo único que hay en estos momentos es necesidad y escasez, y para el año próximo será aún más difícil la situación debido a los cambios, que traerán más desempleo. Van a traer hambre y más miseria de la que actualmente tenemos. Por eso estamos dando otra vez una alerta, para que el gobierno nos tenga en cuenta”, explicó.
Por su parte, Lisandra Orraca, quien dirige la FLAMUR en el país, declaró que el documento exige al gobierno que respete y permita la libertad económica de los productores independientes.
“Me refiero a libertad de exportación, tener nuestras propias tierras, sembrar lo que nosotros decidamos y ponerle el precio al producto que decida el propio productor. También se habla en el documento de las nuevas medidas de ordenamiento, que provocarán una enorme inflación y van a empeorar aún más la situación del pueblo cubano”, afirmó.
En abril, ambas organizaciones independientes lanzaron una campaña bajo el título “Sin Campo no hay País”, para pedir al Gobierno de Cuba que adoptara una serie de medidas con el propósito de evitar una catástrofe alimentaria en el país, en medio de la crisis por el coronavirus.
El texto recuerda que las sanciones de Estados Unidos no incluyen al campesino cubano que puede -si no fuera por las limitaciones que impone el gobierno de Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro- importar, exportar y recibir inversiones privadas de EE.UU.
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