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El escritor y periodista cubano Carlos Manuel Álvarez relató el encierro domiciliario al que está sometido desde inicios de diciembre en el barrio Fundición de la ciudad matancera de Cárdenas.
En su cuenta de Facebook describió cómo la Seguridad del Estado instaló un cuerpo de vigilancia permanente en la cuadra donde reside. Desde uniformados en carros patrullas hasta agentes del Ministerio del Interior con apariencia de civiles. Denuncia, además, que las fuerzas del orden crearon un puesto de mando en la vivienda de una vecina, para desde allí monitorear cualquier movimiento suyo: “... han instalado, cree mi familia, una cámara detrás de la ventana (de la vecina) o algún equipo de escucha, cosas locas así. Suena a ciencia ficción en una comarca donde lo único que hay es pan y paletica de helado.”
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Se refirió a la desfachatez con que los funcionarios cubanos admiten, en cadena nacional, el maltrecho destino al que parece abocada la economía cubana, a lo que Álvarez llamó “capitalismo autoritario”. “Dictadura y mercado, dólares y represión. La gente está desamparada y lo sabe. La perplejidad y el desconcierto son los disfraces del pánico”.
Según el periodista y escritor, todos en su familia creían que el cerco sería levantado después del 10 de diciembre, día en que se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. Sin embargo, a casi 5 días de la fecha la vigilancia continúa.
“Ahora perfectamente uno puede pensar: «vamos a esperar hasta el 17 de diciembre», y así te coge la vida entera en esta película. Otra amiga dice que no saben qué van a hacer con nosotros, y por eso se demoran. Bueno, teniendo en cuenta que aquí nunca saben lo que van a hacer con nada, y la cantidad de tiempo que ese pequeño detalle se lleva siempre, me puedo pasar fácilmente diez años en Cárdenas antes de que tomen una decisión, y luego diez años más desde que tomen la decisión hasta que esa decisión llegue a Cárdenas, porque las decisiones aquí se toman en un solo lugar, ni Cárdenas ni más nadie decide nada. Se muere mi abuela, se muere mi papá, se mueren los que me vigilan, me empiezan a vigilar sus hijos, y yo encerrado”.
Luego de que el Movimiento San Isidro y los manifestantes del 27N prendieran las alertas de las autoridades, el aparato represivo se ha intensificado contra los opositores de la isla. A través de sus perfiles en redes sociales, los activistas han reportado un gran número de detenciones, arrestos domiciliarios, intimidación y acoso por parte de la policía política. Tal es el caso de las artistas Camila Lobón y Katherine Bisquet, la periodista de CiberCuba Ileana Hernández, el poeta Abu Duyanah Tamayo o el líder de UNPACU José Daniel Ferrer.
Casi al cierre de la publicación, Álvarez menciona la regresión sin escala a los años noventa que han significado las nuevas medidas económicas trazadas por el gobierno para 2021, y advierte que saldrá de su casa por propia voluntad, a riesgo de ser detenido. Desde el 4 de diciembre, el escritor y periodista no ha podido trasladarse a ningún destino dentro de la ciudad de Cárdenas, ni siquiera ha podido visitar a su madre.
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